Tenía pendiente la lectura de un extenso recopilatorio de opiniones sobre el futuro más cercano de la Comunicación, el que corresponde al presente año. Las perspectivas Wellcomm, que así se llama, contiene las ideas sobre esta materia de un heterogéneo grupo de influenciadores y expertos en los más diversos ámbitos aunque, como es natural, con el predominio de grandes comunicadores, como Gloria Campos e Inma Ferragud, y de algunos periodistas.

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Una visión tan amplia tiene sus pros y sus contras. Por un lado, te ofrece información relevante y, por otro, puede hacer que te desperdigues. Sin embargo, he sacado siete conclusiones en las que, más o menos, coinciden los treinta y tantos expertos, a saber:

  • Comunicación Transversal. Dos vertientes, la corporativa, en la que no solo está el departamento correspondiente sino que toda la empresa ha de estar implicada; y la de medios, que pasa por ser coherente y utilizar las múltiples posibilidades que nos ofrece la tecnología para llegar a nuestros públicos, pero siempre escogiendo los canales, no es necesario que sean todos, sino los más apropiados para alcanzarlos.

  • Comunicación Interna. Ya iba siendo hora que, de verdad, ocupe el lugar que le corresponde. Los trabajadores son siempre los mejores (o los peores, de nosotros depende) embajadores de la marca y sus opiniones tienen muchísimo más peso que la que esta comunique. Si no existe una buena relación entre la empresa y sus empleados, el punto anterior de transversalidad corporativa deja de tener sentido.

  • La RSC. Hay múltiples estudios, basta con que hagas una búsqueda simple en Google, que señalan la creciente importancia que los consumidores dan a las organizaciones responsables. No obstante, el “postureo” se paga. En un mundo global, con tantos cauces para recibir información, decir que somos los mejores y luego contradecirlo con los hechos, es una estrategia que puede ocasionarte más problemas que beneficios. La RSC debe estar en el ADN de la compañía y afecta a todos los ámbitos de actuación, internos y externos.

  • La Transparencia. ¡Por fin! La lucha constante por evitar ocultar información que tienen las áreas directivas de las empresas han producido una generación de “comunicadores Quijote”, en constante lucha con los molinos del secretismo. De todas formas, permíteme que aún dude de conseguirlo; son muchos años y una cosa es lo que a nosotros nos guste y otra muy distinta es hacerlo realidad. Es fácil decirlo pero luego está el día a día, donde la tendencia es a ir por los mismos derroteros; las empresas, por definición, son miedosas y les cuestan los cambios. Ahora bien, los medios sociales son una excelente armas porque, al final, a veces gracias a ellos, todo se acaba sabiendo. Así que es mejor que sea la compañía la que decida el cuándo, el cómo y el dónde, a que se encuentre con una crisis sin saber ni de donde viene.

  • Especialización vs flexibilidad. Por un lado, hay expertos que aseguran que, en especial en las agencias pequeñas, el futuro es que estén muy enfocadas a diferentes nichos de mercado o ámbitos de actuación como puede ser la comunicación de crisis. Por otro, los profesionales que se puedan adaptar a cualquier situación también son muy valorados. Y por último, está la opción, y es la única vez en que se habla de las pymes (más bien micropymes) en el recopilatorio, de que sean los propios trabajadores quienes lleven la comunicación externa y en medios sociales. Luego comentaré más sobre este punto porque tiene su aquel.

  • La Comunicación Digital. En realidad, ya no hay barreras. No existe la digital en contraposición o como complementaria de la tradicional. Ya expliqué mi punto de vista en el artículo de Bloggy Mary titulado “Cómo es la Comunicación actual”. Creo que las opiniones recogidas van más o menos en sintonía con ello.

  • Mucho camino por andar en la relación con los medios, que nos acusan, creo que a veces con razón, de opacidad y de dificultar su labor más que de ayudar. Parece mentira que aún andemos en estas lides y eso que la transparencia es tendencia.

Como ves, nada nuevo bajo el sol. Si dejamos de lado el hincapié hacia la Comunicación Interna y la transversalidad, que tampoco es que sean el no va más, son los mismos puntos que puedo señalar en años anteriores. Basta con que elijas la categoría en este blog para que puedas confirmarlo con artículos anteriores, sobre todo los que están fechados al final o al comienzo del año.

Tenía pendiente comentar contigo lo de especialización vs flexibilidad. El que sean los propios trabajadores los que lleven la comunicación de la empresa puede ser inevitable al comienzo de la andadura de esta pero vendía a ser lo mismo que si cualquiera de ellos se ocupara de las finanzas y las nóminas: el resultado puede ser catastrófico.

Resultado de una mala Comunicación

Dirás que exagero pues con una mala gestión económica la compañía se va al traste e incluso cabe la posibilidad de problemas legales que lleven a la cárcel a alguno, y que la mala comunicación no tiene las mismas consecuencias. Error. Que esta sea deficiente podría traer la misma consecuencia, si quitamos la prisión; solo tienes que revisar lo que les ha ocurrido a grandes compañías como Volswagen y comparla con Campofrío para ver la diferencia ante la gestión de una crisis.

Una segunda reflexión afecta a casi todo el recopilatorio. Me da la impresión, y corrígeme si me equivoco, que se están enfocando estas tendencias en las grandes y medianas empresas. Departamentos, áreas, equipos de profesionales,… Sin embargo, como ya he señalado en otras ocasiones, el 99% del tejido empresarial español está compuesto por pymes y, de ellas, la gran mayoría tiene menos de diez trabajadores. Así que, teniendo en cuenta esto, he aquí mi propuesta de  seis tendencias para 2016, totalmente abierta a que la comentes y la completes:

  • Las pymes y los autónomos están cada vez más concienciados en la importancia de la Comunicación y están apostando por ella al contratar a profesionales externos.

  • Preeminencia de la Comunicación a través de los medios sociales, más que de los tradicionales, que están perdiendo importancia.

  • No diferencian en realidad entre los unos y los otros.

  • Prueban y se arriesgan más, siempre con un colchón, que las empresas más grandes, también en materia de Comunicación.

  • Flexibilidad y transparencia, más que nunca. El tamaño ayuda y es un valor muy competitivo.

  • Llevan la RSC en sus genes originales.

Ahora es tu turno. Gracias por comentar y por compartir.

María Rubio