Saber qué va a ocurrir en el futuro puede ser un ejercicio arriesgado, sobre todo si se trata de áreas como la tecnología, los medios de comunicación y las telecomunicaciones. Sin embargo, en el informe que ha escrito Deloitte, tampoco es que hayan descubierto la cuadratura del círculo y el riesgo, más que medido, diría que es inexistente. Al menos en la parte que he leído, claro, que no ha sido todo.

También es cierto que hablan de predicciones que se extienden hasta 2018 y las tendencias son las que son, y no es lo mismo. El que aparezcan por escrito puede ayudarnos a clarificar ciertos conceptos que, aunque estaban en nuestra cabeza, hasta que no se ven en una pantalla o en un papel, no adquieren todo su ser.tendencias de futuro

Y de este informe de más de setenta páginas, te preguntarás qué he leído. Además de la introducción, que me ha facilitado un panorama bastante aproximado del contenido al completo, me he centrado en el que llaman “salón digital”, en la parte de tecnología; y, por supuesto, todo lo que se refiere a medios de Comunicación. Telecomunicaciones lo he obviado por el momento pues no tenía interés para esta entrada de Bloggy Mary.

Sobre los medios, el que hablen solo de la televisión y de lo que la rodea (vídeo y retransmisiones deportivas) me resulta un tanto escaso y eso siendo diplomática. ¿No existe ningún otro medio excepto este? Y los periódicos o las radios, ¿dónde están? Encima incluyen la música en este apartado, algo que no acabo de entender.

Supongo que pueden darse dos razones por las que hayan decidido no incluirlos. O bien su futuro es mucho más difícil de dilucidar. O bien el estudio ya adquiría un volumen importante en cuanto a información. Sea como sea, se han olvidado de dos medios importantes y que, con mucha probabilidad e incluso cambiando formatos, lo seguirán siendo en el futuro.

Señalan en el informe que no han cambiado los factores básicos que continuarán impulsando la innovación en estos tres campos analizados: “la velocidad de los procesadores, la conectividad y la capacidad de almacenamiento”.

vivir la tecnología

Todos ellos son evidentes. No obstante, hay veces que nos olvidamos, dentro de nuestra burbuja tecnológica, que hay personas desconectadas, que no están en redes sociales (cada vez menos, es verdad) o que no participan apenas en ellas, y que no trabajan con flujos de información que requieran de grandes capacidades de procesamiento o de almacenaje. Lo que sí está claro es que Internet es común a gran parte de los mortales, sobre todo del mundo desarrollado y en desarrollo.

Partiendo de este punto, el estudio señala que cada vez son más los dispositivos que convergen en los salones de nuestras casas. Ya están en ellos, por supuesto, el televisor y el smartphone, pero también, en muchos casos, la videoconsola, la tableta y el ordenador, que suele ser un portátil. Haz recuento en tu cabeza de cuántos tienes. En mi caso, cuatro de cinco.

Ahora bien, a menos que se invente algo nuevo de aquí a 2018, es raro que tengamos más de ellos. La verdad, no me veo con las Google Glass como dispositivo añadido a los que ya tengo, aunque nunca se sabe. El resto de los llamados weareables, al menos por el momento, están diseñados para utilizarse fuera del salón, si exceptuamos los famosos relojes conectados… si es que dan la hora, pero dales tiempo.

tecnología y weareables

Vamos, si te parece, a hablar de la televisión, que es de lo que trata el capítulo de los medios. El informe aboga por asimilar que unas mayores velocidades de banda ancha supondrán un incremento de las plataformas televisivas de pago y el que los productores de contenidos sean cada vez más importantes e incluso provean de estos a los usuarios finales, sin pasar por las plataformas.

Entiendo que los datos son globales pero me gustaría fijarme en España, donde estas pasarelas se están arruinando a ojos vista. ¿Recuerdas Canal Satélite Digital y Vía Digital? ¿Te suena Veo TV? Canal+ se mantiene milagrosamente, en parte porque fueron los primeros en aparecer y ya tienen un nicho de mercado fiel, sobre todo los bares y restaurantes respecto a los partidos de fútbol. ¿Crees de verdad que en nuestro país va a triunfar, de aquí a 2018, la televisión de pago por mucha banda ancha que tengamos?

Otro punto en el que se fija Deloitte es en la medición y plantea una serie de puntos interesantes. El primero que me choca es que aseguran:

los datos de los decodificadores presentan tres deficiencias importantes. No pueden decir qué miembro de la familia está viendo cada programa. No pueden siquiera saber si el televisor está encendido: un decodificador puede seguir encendido y estar sintonizado aunque el televisor lleve muchas horas apagado. Y, por último, los propietarios de plataformas que recogen los datos de los decodificadores no pueden saber el número de miembros del hogar de cada cliente”.

Lo siento pero el haber trabajado en una agencia de medios durante tres años y medio me permite contradecir estas afirmaciones, excepto lo de saber si el televisor permanece encendido sin que haya ninguna persona delante.

Fotografía de FórmulaTV.com

Fotografía de FórmulaTV.com

Los audímetros, que así se llaman, no se instalan al azar sino que se ve si la familia, sea del tipo que sea, se adapta a una serie de criterios estadísticos. Además, cada uno tiene su propio código por lo que se sabe, con certeza, quién o quiénes están viendo la televisión en cada momento. En caso contrario, ¿cómo piensan que se puede segmentar por sexo, edad, tipo de unidad familiar, etc.? Y te aseguro que se hace en las planificaciones de medios.

El segundo punto es más interesante. Las mediciones deben ajustarse porque cada vez vemos más los programas y las películas a través de los dispositivos móviles, sean tabletas o smartphones. Pero aún más, gracias a Internet podemos descargarnos temporadas posteriores de las series que aún no han llegado a España y es algo que cada vez hacemos más.

Todo esto entraña una contradicción. Por un lado, las cadenas, operadores, plataformas, etc., necesitan medir para poder vender espacios destinados a la publicidad y, por otro, los televidentes buscamos la forma de deshacernos de ella. Creo que el sistema tiene que cambiar.

Te dejo el informe completo y te invito a leerlo porque seguro que encontrarás más aspectos llamativos, como el capítulo dedicado a los MOOC y el de las visitas médicas del siglo XXI; pero estos ya no son temas que trate en Bloggy Mary.

Por lo que a medios se refiere, el estudio me ha confirmado, con datos, el panorama televisivo que pienso que todos vemos venir, a poco que estés informado. Las predicciones con las que titulan no son tales sino solo tendencias. Y está bien, no hace falta ser tan ambicioso.

Es el momento de que me des tu opinión (ya sabes que me encanta leerla) y de agradecerte que compartas la entrada si te ha gustado.

María Rubio