El III Congreso Universitario de Comunicación y Eventos tuvo lugar entre los días 7 y 9 de mayo. Aunque esta vez no lo pude disfrutar como me hubiera gustado (el trabajo manda), sí que logré asistir a las ponencias del último día pero, sobre todo, me reencontré con personas maravillosas, “desvirtualicé” a otras y conocí a terceras. Y, además, pude hablar de Comunicación, de Protocolo y de Eventos, actualizarme un poquito y encontrar cosas nuevas como esta, que creo que está llamada a revolucionar el mundo de los eventos y de la formación.

Hubo una parte del congreso que me hizo especial ilusión porque la protagonizaba Diana Rubio, una excelente profesional recién aterrizada de Arabia Saudí, donde fue directora estratégica de los eventos homenaje al Rey Fahd, y excelente bloguera, además de buena amiga. Te recomiendo su bitácora “Política y Protocolo”, que ha sido merecedora del Victory Award al mejor blog político educativo en 2014.

Diana, junto con Ángela García, a la que tuve el enorme gusto de conocer, y que es una gran especialista en Protocolo Hotelero Internacional, presentaron un libro muy interesante: “Protocolo para hacer negocios con españoles. Fue un acto muy divertido en el que ambas nos enseñaros a los presentes cómo se saluda en diversas culturas.

portada libro Protocolo para hacer negocios con españoles

Creo que este manual, eminentemente práctico, rellena un hueco bibliográfico importante porque, al menos que yo sepa, no hay nada igual, nada que oriente a los extranjeros, cuando llegan a España, a la hora de enfrentarse a nuestra cultura y a nuestras costumbres, nada que esté escrito por quien mejor nos conoce: nosotros mismos.

El formato es perfecto para llevar en el bolsillo y está en español e inglés, lo que abarca a la mayor parte de nuestros visitantes: todo un acierto.

A pesar de que el libro ha pasado por un corrector, en lo que respecta a nuestro idioma, el texto contiene faltas ortográficas y gramaticales de las que sus autoras son conscientes, por lo que se corregirán en próximas ediciones.

Salvando este hecho (ya sabes lo pesada que me pongo con ello), el contenido es toda una guía para que no solo los extranjeros nos conozcan y comprendan mejor, sino para que nosotros mismos nos veamos en un espejo que, a veces, no es tan bueno como pensamos; el conocimiento siempre permite corregir determinadas actitudes que son poco apropiadas.

El libro, cuyo prólogo, “El español y su reality show” ha escrito uno de los grandes del Protocolo español, Carlos Fuente, está dividido en once apartados, con títulos bastante elocuentes. De él he sacado el decálogo que ahora te ofrezco, aunque te recomiendo su lectura completa porque es bastante ameno e incluso divertido:

  1. El vestuario irá acorde con la situación y el momento: oscuro para funerales, prohibición de blanco para bodas (excepto la novia, claro), casual los viernes en determinados ambientes laborales, de traje en negociaciones para hombres y algo más de libertad para mujeres, etc.

  2. El saludo a un español dependerá del grado de familiaridad con él, desde dar la mano, en el caso de mayor distancia, hasta los dos besos y el abrazo, cuando la cercanía es más alta. Todo acompañado de un “buenos días / tardes / noches” a un más informal “hola”.

  3. Para las presentaciones, en ambientes más formales, mejor de usted y dar nombre y primer apellido, además del cargo, cuando se trata de temas profesionales. Si el encuentro es entre amigos, basta con el nombre de pila.

  4. A pesar de nuestra mala fama, los españoles solemos ser puntuales, aunque damos diez minutos de margen en reuniones. Según la comunidad autónoma a la que pertenezcamos, variará la forma de actuar: más abiertos, accesibles e indecisos en el sur y el Mediterráneo; más estrictos, ambiguos y leales en el norte.

  5. En general somos buenos regateadores y competitivos. No nos gusta que nos presionen y solemos tomar la decisión “en frio”, más tarde, una vez concluida la negociación inicial. Hay que dejar tarjeta de visita, un elemento muy importante.

  6. Cuidado con los festivos, los puentes y los fines de semana, excepto, tal vez, el sábado por la mañana, a la hora de intentar establecer reuniones: no estamos.

  7. Las comidas son lugares perfectos para cerrar negocios y establecer sinergias con españoles. Para nosotros, son auténticos placeres que disfrutamos al máximo. Hay que tener en cuenta además que los horarios de comida son muy diferentes a los del resto de Europa, lo que también afecta al tiempo de trabajo. Otra versión muy extendida es ir de tapas. Asimismo, existe todo un ritual en torno al vino que hay que tener en cuenta.

  8. Los españoles respetamos la formas en la mesa, lo que significa esperar a que te inviten a sentarte, colocación de brazos adecuada, comenzar a comer cuando todos estén servidos, etc. También presumimos de hospitalarios y es verdad. Y luego hay que tener en cuenta la situación en la mesa, sobre todo si los agasajados son españoles y los anfitriones extranjeros.

  9. Respecto a los temas de conversación, religión, deportes y política casi mejor obviarlos a menos que se tenga la suficiente confianza. ¿Qué tal libros, cultura, monumentos, viajes,…? ¡Ah! Y hablamos a un volumen de voz muy alto… demasiado diría yo.

  10. Y en comunicación no verbal hay que reconocer que nos gusta mucho el contacto, al contrario que, por ejemplo, la cultura oriental. Sin embargo, sabemos respetar las distancias, que se van acortando según el nivel de confianza con el interlocutor. También somos muy gestuales, tanto con la cara como con las manos.

El libro da para mucho más. Por ejemplo, enumera los platos y vinos típicos según las comunidades autónomas o explica cuáles son nuestras fiestas principales, aparte de las Fallas y los Sanfermines. Un auténtico compendio para los extranjeros que nos visitan como turistas o por motivos de negocios.

Este es un decálogo abierto por lo que admite que añadas cualquier otro punto que creas que debe estar. Espero tus ideas. Gracias por comentar y por compartir.

María Rubio