Las últimas semanas hemos tenido y vamos a tener muchas oportunidades para evaluar el Protocolo Oficial. Empezamos el día 12 con la fiesta de la Hispanidad y tendremos esta semana la entrega de premios Princesa de Asturias. Sin embargo, ninguno de los dos eventos protagonizan el artículo de hoy de Bloggy Mary.
Si el desconocimiento se disculpa siempre que se busque cómo resolverlo, no hay nada más peligroso que una persona que desconoce que desconoce, permíteme el juego de palabras. Y más si ocupa un cargo público.
El comentario viene a colación por la denuncia que ha hecho el alcalde de Zamora, que milita en Izquierda Unida, aunque eso no es importante para las circunstancias, del Protocolo de la invitación que Casa Real le envió para acudir a la recepción oficial el Día de la Hispanidad.
Aunque el texto era bastante parco en palabras, con el estilo directo de estos asuntos, creo que no quedó una frase que el regidor zamorano considerara de su gusto, si exceptuamos el lugar y la hora. Lo peor es que se erigió como adalid de todos los y las feministas de este país, cuando sus actitudes, a mi entender, hacen pensar lo contrario… pero serán impresiones mías.
De entrada, llamar “discriminatorio” y de “épocas prehistóricas” al Protocolo explica mucho del nivel de conocimientos que, sobre el tema, tiene el edil zamorano. Bien es cierto que hay muchos puntos por actualizar, pero también que se están haciendo grandes esfuerzos, me consta, por conseguir modernizar determinados usos. No obstante, este no es el caso.
El alcalde empieza su diatriba desde el mismo encabezamiento de la invitación, cuya imagen tienes debajo:
Según parece, no le ha sentado nada bien que llamen señora a su pareja ni que la inviten como tal y no por el puesto que ocupa en el consistorio, teniente de alcalde. La pregunta me sale sola. Si te quejas de eso, por qué no lo haces de que a ti te llamen señor. No dicen “su señora”, dicen “señora doña” al igual que a él le dicen “señor don”. ¿Cuál es el problema?
Y sí, “señor” Guarido, hay un problema. Se le ha dado el tratamiento de “Excelentísimo” a usted y a ¿su esposa?, cuando le correspondería el de “Ilustrísimo” ya que su municipio, muy bello por otra parte, no es uno de los de gran población, como Madrid, Barcelona, Valencia, Sevilla y algún otro. ¡Ay, amigo! Pero de eso no se ha quejado el alcalde puesto que le beneficiaba.
También quería que a su pareja se la invitase por ser teniente de alcalde y no por estar ¿casada? con él. Podemos seguir e invitar a todo el consistorio zamorano ya que nos ponemos y lo mismo con toda España… Creo que aún no se ha quejado ninguna alcaldesa porque su marido asista al acto en tal condición y no como abogado, médico, ingeniero, etc.
Por cierto, la que sí se tenía que haber defendido era la afectada, es decir, la teniente de alcalde. Pero no apareció ni dijo esta boca es mía. Lo dejo ahí.
Vamos con otra de las perlas del edil zamorano. Tampoco le ha parecido bien el Protocolo en el vestir que, como todo el mundo sabe (o debería) y así se confirmó desde Casa Real, es una sugerencia, a menos que se ponga que sea obligatorio, cosa que no ocurre.
He comentado en muchas ocasiones que el Protocolo sirve para facilitar las relaciones y que nadie se sienta fuera de lugar, al contrario. Muchas veces la hipérbole en los ejemplos es la que mejor nos ayuda a entenderlos. Voy a llevarlo hasta el extremo para que lo veas.
Imagina. Recepción de Casa Real. Llegan los invitados: ellas con vestido corto o con traje pantalón, muy elegantes; ellos de traje oscuro y los militares con su uniforme de gala, perfectos.
Y entonces aparece una pareja. Él va con bermudas y una camisa hawaiana, ella con unos pantaloncitos cortos y un top, ambos en chanclas. Por muy seguros que estén de sí mismos, creo que se sentirían ligeramente desplazados. Supongo que estarás de acuerdo conmigo en ello. Lo no me cabe la menor duda es de que serían el centro de atención y los protagonistas de la anécdota del día.
Dudo mucho que el señor Guarido decidiera ir de esta guisa, lo considero más inteligente que todo eso. Lo primero que me vino a la cabeza cuando leí su comentario no fue una frase, fue una imagen, la del señor Pablo Iglesias en su audiencia ante el rey. Como ya he comentado en otra ocasión este hecho en Bloggy Mary, no voy a reiterarme.
Cada cual puede tomar como modelo a quien considere oportuno. Ni entro ni puedo entrar en ese aspecto. Lo que sí creo es que está fuera de lugar en el caso que nos ocupa.
Si el alcalde de Zamora quiere ir vestido con vaqueros, camisa blanca y zapatillas de deporte, es su decisión, nadie se lo impide… solo debería hacerlo su propio sentido común. Es más, ya que le ha ofendido la diferencia en el vestir entre hombres y mujeres, tal vez hubiera sido una buena forma de protesta el ceñirse el estilismo señalado para ellas y dejar que su pareja fuera de traje masculino, que además está de moda para nosotras. Otra vez volvemos al sentido común.
Como he dicho antes, considero que el señor Guarido es un hombre inteligente y que Zamora tiene el alcalde que se merece, pero querer salir en los medios de comunicación a toda costa, puede conllevar errores como los cometidos por el regidor.
Lo importante es primero informarse de lo que uno va a hablar, profundizar en el tema y ver si ha lugar a una protesta. Y luego asesorarse con los jefes de Comunicación y de Protocolo, que espero tenga el ayuntamiento, antes de salir a la palestra a soltar perlas como las ya mencionadas. El tiro le puede salir por la culata.
¿Qué imagen, a mi entender, ha dado el señor Guarido? Voy a ser dura porque, si estuviera en el pellejo de su asesor, lo hubiera sido:
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Leer no es solo traducir en palabras unos símbolos. Es entender el significado real que tienen.
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Salir en defensa de una persona adulta, que sabe valerse por sí misma de sobra, es innecesario. Cuando se trata de un marido respecto a su esposa, roza el machismo.
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La forma de vestir, además de ser un rasgo que muestra el carácter de alguien, también es una forma de respeto a los demás. Al igual que no se debería ir de rojo a un funeral, ni vestir de blanco, siendo mujer, en una boda (he vivido ejemplos de ambos casos y quedaba fatal), o ir vestido de gala a trabajar en Google, debemos adaptar nuestro estilo a las circunstancias. De esta forma, siempre acertarás, en caso contrario, desentonarás y te sentirás desplazado.
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No saber de Protocolo tiene solución: basta con preguntar. Pero cuando se le tilda de “prehistórico” es muy probable que no existan ganas de ampliar conocimientos.
Está visto que la atracción mediática afecta de lleno a muchos de nuestros políticos. El del alcalde de Zamora es solo un ejemplo más.
¿Qué opinas sobre la denuncia del regidor? ¿Crees que tiene base? Me gustaría escucharte tanto si opinas a favor como en contra de sus palabras. Gracias por comentar y por compartir si te ha gustado.
María Rubio
[…] Díaz me obliga a hacer referencia a ello), casi prefiero remitirme al estupendo post que en su blog hace María Rubio, bajo el título “La atracción mediática y el desconocimiento del Protocolo” y que en gran […]
[…] Origen: La atracción mediática y el desconocimiento del Protocolo | Bloggy Mary […]