La cámara oculta creo que siempre debería ser el último recurso de un periodista de investigación. Ese As en la manga que solo te sacas cuando no queda más remedio ni tienes otra forma de conseguir lo mismo con métodos alternativos. Y, sin embargo, nuestras televisiones han estado utilizando este recurso de una forma casi habitual en determinados espacios.
Habrás escuchado, supongo, las conclusiones de una sentencia del Tribunal Constitucional (sí, de ese que crea jurisprudencia) en la que se da la razón a un denunciante al que el programa Espejo Público le hizo un reportaje con cámara oculta para desvelar un supuesto fraude médico que, de supuesto, tenía más bien poco.
El caso es que este organismo argumentó, con razón, desde mi punto de vista, que los periodistas podrían haber obtenido el mismo resultado entrevistando, por ejemplo, a sus víctimas, sin hacerse pasar por pacientes ni violar la intimidad del sujeto en cuestión.
El alto tribunal, con esta sentencia, ha acotado solo a casos excepcionales el uso del método de grabación que nos ocupa, lo que deja a muchos perplejos, a unos cuantos enfadados porque limita el derecho a la información y a otros aplaudiendo ya que consideran que esto no es así.
Aprovechando esta sentencia, quiero que reflexiones conmigo sobre qué es, qué implica su utilización y en qué casos debería emplearse como último recurso.
Derechos fundamentales afectados por el uso de la cámara oculta
El desarrollo de los dispositivos tecnológicos ha hecho que, hoy por hoy, podamos llevar una pequeña cámara o una grabadora encima tan minúscula y tan bien escondida que nadie se entere de que la tenemos y de que la estamos utilizando.
Cuando se trata de una conversación en la que intervenimos, la ley da por válida, como prueba en un juicio, la grabación que hayamos hecho.
No ocurre lo mismo cuando no formamos parte del hecho ni cuando distribuimos el resultado en abierto, a través de los medios de comunicación tradicionales o de los sociales.
En este último caso, incurrimos en un delito contra la intimidad de la persona o personas que aparezcan en el vídeo y en el audio.
La Constitución de 1978, en su título primero, refleja la Declaración Universal de Derechos Humanos. Como bien sabes, están ordenados, se supone, de mayor a menor «importancia» (teniendo en cuenta que todos la tienen).
Así, nos encontramos con que el derecho a la intimidad está reflejado en el artículo 18 y el de información en el 20. Recordemos qué dicen exactamente en lo que a este contenido afecta:
Este último punto del artículo 20 considero que deja las cosas muy muy claritas, aunque, a veces, nos olvidemos de que existe y lancemos grandes proclamas reivindicando el derecho a informar por encima de otros derechos fundamentales.
¿Necesita el periodismo de investigación usar la cámara oculta?
El debate está precisamente en esta pregunta. Y la respuesta, desde mi punto de vista, no es sencilla.
De entrada, te diría que no… salvo muy contadas ocasiones que el mismo juez del caso que te ponía como ejemplo en el inicio del artículo ha reseñado: «debe ser restrictiva, como último recurso y conforme con las normas deontológicas».
Y qué normas son estas. La Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE) aprobó, en noviembre de 1993, un Código Deontológico, que se actualizó en Asamblea Ordinaria en abril de 2017. En su punto 4, señala:
Te invito a revisar por completo el enlace de arriba y a que me digas si crees que los periodistas, sobre todo en televisión, están cumpliendo con dicho código o no.
Además, te dejo dos visiones sobre el uso o no de la cámara oculta en las investigaciones de los profesionales.
La primera, a favor, la presenta El Español, en un análisis de Mikel Medianoche, titulado «Lo que se habría perdido la televisión sin cámaras ocultas».
El segundo, en contra, de El Periódico, es una entrevista a David Beriain, que, entre otras declaraciones, indica: «Es una norma: nunca voy con cartas ocultas ante quien quiero filmar (…). Tratamos de entrar en esos mundo y mostrar con la mayor claridad posible cómo son y explicarlo sin tapujos. No tengo nada en contra de quien utiliza la cámara oculta, pero a mí me parece que es un engaño».
Personalmente, estoy más conforme con Beriain que con Medianoche. Y creo que es muy importante mantener la ética periodística con las fuentes, como ya señalé en Bloggy Mary.
Qué debes tener en cuenta si decides utilizar la cámara oculta
Con todo lo expuesto antes, es evidente que debes respetar los derechos de las personas si decides usar este sistema. En concreto, diría que son los siguientes:
- Nunca aparentes lo que no eres. Es decir, no eres un paciente ni tampoco un espía, eres un periodista y así debes presentarte.
- La cámara oculta en una herramienta que se utiliza siempre en última instancia, cuando no existe otra forma de desvelar un hecho noticiable y de interés público, jamás un punto de partida para una información o un reportaje.
- Respeta los derechos fundamentales de las personas que aparezcan en la filmación (pixelando caras, evitando insultos, etc.).
- Los hechos han de presentarse tal cual son. Los juicios se hacen en los tribunales, no en los medios (aunque parezca mentira por lo que vemos últimamente). Para ello, es importante que expongas todas las opiniones, a favor y en contra, incluyendo la del involucrado en el delito que denuncias.
- En este sentido, huye de manipular al espectador, por muy tentador que sea porque te crees en posesión de la verdad… algo que, de entrada, no es cierto al cien por cien.
- Cuida los comentarios si el reportaje se emite en un programa de debate, por ejemplo como en Espejo Público. Sobran los insultos y el tratar temas que perjudiquen al presunto infractor pero que no tengan nada que ver con el que se está denunciando.
La cámara oculta puede ser un recurso muy fácil pero es mejor ser creativo y buscar otros medios que ir por este camino que, además, ahora te puede ocasionar daños legales importantes.
Como periodista o como receptor, qué opinas del uso de la cámara oculta, ¿lo ves apropiado o no? ¿En qué casos? Espero tus respuestas aquí y en las redes.
Gracias, como siempre, por comentar y por compartir si te ha resultado de interés
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