Ha sido esta semana cuando, al fin, he tenido tiempo para leer con calma un interesante informe que ha elaborado Estudio de Comunicación, junto con la agencia Servimedia, sobre “Cuarto poder y Empresa”, es decir, la relación entre los periodistas y los directores, trabajadores y consultores de Comunicación. La encuesta se ha hecho a estos últimos profesionales y, en general, ¡qué razón tienen!
Hace unas semanas, en Bloggy Mary, reflexionaba contigo sobre los dircom vistos por sí mismos. Este estudio, basado en una encuesta con 126 entrevistas válidas, viene a completar un poco el panorama:
Son muchos los puntos de interés que tiene: la relación entre la empresa o institución y los medios, qué capacidad de influencia se supone que tienen estos y cuál es respecto a la actividad y reputación de las compañías, en qué medida son el cuarto poder y cuál es el papel de las redes sociales en todo esto. Como ves, se trata de la percepción que tienen las corporaciones respecto a los medios y a los propios periodistas, sobre todo, porque la mayor parte de los encuestados lo son, según hemos visto en otros momentos.
Por lo visto, la relación entre unos y otros goza de muy buena salud. Las empresas siguen apostando mayoritariamente por ellos. Perdura la idea de que es más relevante aparecer en un medio tradicional que en uno digital, a pesar de que este suele tener mayor cobertura, entre otras ventajas. Nueve de cada diez profesionales aseguran que deben contactar con la prensa de forma habitual, aunque este interés se está compartiendo con otros como la Comunicación interna, las relaciones con los públicos de la organización, etc.
Una pregunta que se les hizo aquí fue si la crisis ha cambiado las relaciones entre ambas partes y si eso ha sido positivo o negativo para las corporaciones. Lo curioso del caso es que consideran como beneficioso que la reducción en el número de redactores traiga consigo que haya una mayor aceptación de las notas y comunicados de prensa para “rellenar espacios”.
Aquí haría una salvedad. Siempre y cuando se trate de temas interesantes para los lectores-oyentes-espectadores-internautas me parece bien. Siempre y cuando los datos se contrasten y se haga una verdadera labor de redacción periodística, me parece bien. El copia-pega, por el contrario, es un error y perjudica a todas las partes, como se encargan de señalar algunos de los entrevistados (mira la parte final del estudio). Es decir, lo de siempre: lo positivo y lo negativo dependerán del prisma desde el que se mire.
Ahora bien, lo que sí resulta preocupante de verdad es la percepción que tienen los comunicadores de los medios y de los periodistas en cuanto a la facilidad para presionarles mediante la publicidad, el amiguismo y las concesiones políticas. Y es más preocupante aún cuando, en bastantes casos, estos hechos son ciertos, sobre todo, en los medios más pequeños y locales.
Muchas veces, haciendo seguimientos de notas de prensa, convocatorias y demás, la persona que atiende al teléfono te pasa directamente con el departamento de publicidad… o luego de recibir la información que les hayas mandado, te llaman desde el mismo para ofrecerte páginas patrocinadas; la idea que transmiten es que si no pagas, no sales, por muy interesante que sea la noticia para el público al que se dirigen.
Junto con ello, la independencia de las redacciones queda en entredicho al observar quiénes están detrás de los grupos mediáticos. Mientras la línea editorial esté por un lado y la económica por otro, vamos bien. Sin embargo, con la crisis, llevan tiempo fusionándose y soluciones como el marketing de contenidos y el periodismo de marca contribuyen aún más a ello. Esto que te comento es una observación y no tanto una crítica, aunque sí me da pena que esté ocurriendo pues pone en jaque la propia supervivencia de la profesión, por mucho que los periodistas estén intentando hacer su trabajo lo mejor que pueden.
También los entrevistados parecen estar de acuerdo conmigo en que, de menos a más influenciables, están las agencias de noticias, la radio generalista, la televisión, los medios online nativos generalistas y los impresos generalistas, los online nativos especializados, y los impresos especializados.
Visto que los medios son sensibles, unos más que otros, a las presiones, qué ocurre en el caso contrario, las empresas ¿también se ven afectadas de la misma forma por las noticias que se publican?
Comparemos con el caso anterior, pero ahora de más a menos: la televisión, los impresos generalistas, la radio generalista y los impresos especializados, los online nativos generalistas, las agencias de noticias, los online nativos especializados, y la radio generalista. Pongamos a uno junto al otro:
Según esta comparativa, el influenciar poco tiene que ver con verse influenciado. Esto puede tener un significado positivo porque, al existir pocas coincidencias, hay menores posibilidades de control, pues se puede presionar sobre unos pero no sobre todos. Por ejemplo, los medios más especializados tienen poco peso, en este sentido, dentro de las corporaciones, justo al contrario de lo que veíamos.
Al mismo tiempo, señalan en el estudio que “los entrevistados consideran que es mayor la capacidad de influencia de los Medios en las empresas e instituciones que viceversa”, lo que sin duda es una buena noticia.
Visto lo visto, imagino que te resultará obvia la respuesta a si consideran que los medios y los periodistas son el Cuarto Poder… o puede que no tanto. A pesar de las presiones, aunque se “vendan” al dinero a través de la publicidad, resulta que todavía más de la mitad piensan que sí, tanto en lo que respecta a los otros tres (legislativo, ejecutivo y judicial) como, sobre todo, respecto a las empresas, donde sobrepasan el 62%.
Sin embargo, todo tiene sus matices. Sorprendentemente, al menos para mí, creen más en la función de contrapeso de los medios que en la de los periodistas. Si antes veíamos que los grupos que conforman el accionariado de aquellos se implicaban en demasía en la línea editorial, lo que revertía en la parcialidad de ciertas noticias, resulta que ahora son ellos los mejores garantes contra el resto de poderes, por encima de los profesionales de la información. ¿Contradictorio? Tal vez, ya que, por otro lado, es más difícil controlar una entidad que a una persona.
En el caso de que sí ejerzan su tarea, la cuestión está en saber si lo hacen por intereses propios o por el bien de la ciudadanía. Aquí los encuestados son bastante escépticos. Al igual que ocurre cuando opinan sobre la labor supervisora de los medios respecto a las corporaciones, donde cuanto mayores sean estas, más se escapan al control, a menos que haya otros intereses accionariales detrás. Poderoso caballero es Don Dinero, como diría Quevedo.
Las redes sociales, en cambio, ejercen todavía poco o ningún poder, según aseguran, aunque algunos lo ven en crecimiento. Perdura la noción de falsedad en las informaciones que aparecen en ellas por lo que consideran que si algún medio se hace eco de la noticia, es entonces cuando, de verdad, se constituyen como “poder”.
Es cierta, desde mi punto de vista, esa valoración. Las redes son perfectas fuentes que han de ser contrastadas por los profesionales. También, aunque apenas se toca en las entrevistas, ejercen una excelente labor como vigilantes del Cuarto Poder, para poner en evidencia determinadas noticias y actuaciones de medios y periodistas.
Como ves, es un muy interesante informe y te recomiendo que lo leas con calma, en especial los comentarios finales no tabulables porque son los que, al final, te ofrecen la mejor perspectiva de la opinión y la relación que tienen los comunicadores sobre los medios de Comunicación.
Por tu parte, ¿estás conforme con los resultados de la encuesta? ¿Añadirías algún otro comentario “no tabulable” a los expuestos? Gracias por opinar y por compartir.
María Rubio
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