El pasado diciembre, hace ya un mes, la Asociación de la Prensa de Madrid (APM) presentó el Informe anual de la profesión periodística en 2013. Esta vez, a diferencia del año anterior, no he podido hacerme con el texto completo, aunque ya solo la nota de la asociación y lo que aparece en el vídeo que se grabó durante la rueda de prensa de presentación, es más que suficiente para hacerme una idea del panorama actual en Periodismo y, por contagio, en Comunicación.

Portada del Informe anual de la profesión periodística de 2013

Si el análisis del informe de 2012 me supuso escribir tres entradas de Bloggy Mary para profundizar en todos los datos (las puedes leer aquí, aquí y aquí), esta vez, para tu alivio, lo condensaré en dos. Lo he dividido en tres partes principales. Valoración y confianza, y la industria de los medios, las leerás ahora; mientras que las salidas que están buscando los periodistas a esta situación lo podrás ver, si así lo deseas, la próxima semana.

Es muy triste, te lo digo así, que los propios profesionales no nos demos ni un aprobado a la hora de confiar en las informaciones que recibimos y, por extensión, las que realizamos. Nos calificamos con un 4 sobre un máximo de 10 (sí, como en el colegio). De hecho, el 56,4% de los 1.748 que respondieron a la encuesta de la APM confía a medias en las noticias que aparecen en los medios; y un 6,1%, no cree en ellas en absoluto.

Las razones son obvias y los periodistas las enumeran: falta de independencia y de rigor de la información; mala imagen transmitida por programas supuestamente informativos y de debate, donde se mezclan con otros profesionales y con famosos; y alejamiento percibido entre el Periodismo y los problemas de la sociedad. Parafraseando a Luis Palacios, director del estudio, “los periodistas no tenemos buena prensa”… ni siquiera entre nosotros mismos.

Diapositiva - independencia y confianza en el trabajo periodístico

Los lectores son algo más benévolos y nos dan un aprobado, raspado eso sí, un 5,16 (son los datos del Centro de Investigaciones Sociológicas -CIS-). Al final, durante el tiempo de preguntas, Palacios, esta vez, daba un dato para la esperanza al afirmar que cuando se mira la confianza que genera la información en los medios de comunicación, los españoles que confían mucho en ella son más que los que lo hacen poco o nada, “este es un punto de apoyo para nuestra labor”.

Pero hay otro problema añadido a la ecuación: las presiones políticas y económicas. Entre las dificultades principales que reconocen, ocupa el segundo lugar (12,6%), subiendo un puesto respecto a 2012, y se sitúa entre el aumento del paro y de la precariedad laboral, que ocupa el primer lugar entre las preocupaciones de los profesionales (49,6%), y la retribución económica menguante (12,2%), que está en tercera posición. Y en cuarto puesto permanece la falta de rigor y de neutralidad.

En este sentido, solo un 20,7% de los encuestados afirma que nunca ha recibido presiones para modificar el contenido de las noticias, cuando en 2012 eran un 25,1%. Lo peor es que tienen al enemigo dentro pues la mayoría de dichas presiones, un 76,1%, procedían de la empresa o del jefe. Así pues, no es de extrañar que no confiemos en las informaciones que recibimos y, por ende, que redactamos.

Y hablando de ellos, de la industria de los medios, su situación la resume, según aseguró durante su intervención inicial, Carmen del Riego, presidenta de la APM, con la compra de The Washington Post por parte de Amazon, “la gran librería online que ya vende de todo”. El diario no podía sustentar ya a una plantilla que no podía ser inferior sin que afectase a la calidad histórica de la información que publicaba. Parte del fracaso vino, en palabras de del Riego, por la gratuidad de los contenidos que podían encontrarse en Internet.

News

A pesar de estas declaraciones, los periodistas siguen pensando que los medios sociales fortalecen a la profesión en un 67%, frente al 62,5% que lo creían en 2012. Lo mejor es que están de acuerdo con ello un 73,7% de los profesionales más históricos, los mayores de 65 años, y no solo, como cabría de esperar, los menores de 30 (un 74,5%). Es decir, la sociedad digital ya se ha metido en nuestro ADN. Cuando los veteranos lo dicen…

Vamos a más. Los informadores utilizan cada vez más los blogs, las redes sociales y los microbloggings (Twitter) con fines profesionales. No se especifican cuáles pero estoy por asegurar que su uso como fuentes y como marca personal (cada vez hay más autónomos, en la próxima entrada lo veremos) tiene mucho que ver en ello. ¿Tú qué piensas?

Por esto mismo, crecen el número de los que consideran que los diarios (el 18,7% actual versus el 14,2% del año pasado) y las revistas (el 17,7% frente al 13,3%) desaparecerán. Y claro, el problema de la financiación, que continúa sin tener una salida, no ayuda a ello. Es más, una de las cuestiones que más a sorprendido a los autores del informe es precisamente esta. Luis Palacios decía sobre la financiación: “me choca la poca capacidad que están teniendo los medios establecidos a la hora de plantear alternativas”, y añadía sobre la opción de los despidos que “se echa en falta una reacción a la crisis de una manera más creativa”. Y Carmen del Riego ponía la puntilla afirmando que “solamente les hemos visto esperando a que se recupere la publicidad o a que salga una tasa Google. Yo creo que están muy ciegos sobre lo que puede ser el futuro de la financiación”. Imposible decirlo más claro.

fracaso de los modelos de financiación

Termino hablando del sector en lo que se refiere a las desigualdades. Titulaba en otra entrada de Bloggy Mary que la Comunicación es vocacional y discriminatoria. Lo mismo puede aplicarse al Periodismo. Crecemos las mujeres que nos dedicamos a esta profesión y suponemos, en este momento, el 52,3%. Sin embargo, los altos cargos están ocupados por hombres que nos duplican con amplitud en estos puestos. Ocurre lo mismo en los digitales y, como ya comentaba, en la Comunicación, donde suponemos el 55% de unas empresas donde los hombres directivos son el 32,1% y las mujeres el 19,1%, y eso que vamos creciendo.

Como has visto, este es el panorama que nos encontramos: más paro, durante más tiempo, más medios cerrados, tres periodistas secuestrados en Siria (Marc Marginedas, Javier Espinosa y Ricardo García Vilanova), unos medios sin financiación clara, opiniones propias y ajenas muy negativas sobre nuestro ejercicio profesional, destrucción de empleo horizontal (igual en todas las comunidades autónomas),… Podría seguir pero ya te has hecho una idea.

Visto lo visto, ¿queda algún atisbo para la esperanza? Pues sí, aunque no te lo creas. ¿Lo intentas adivinar? Te lo pondré fácil: lo leerás en la próxima entrada de Bloggy Mary.

Tu turno: ¿qué opinión te merece el trabajo de los periodistas y la situación actual? ¿A qué crees que se debe? Gracias por responder y por compartir.

María Rubio