Hace apenas seis días, las redes sociales se llenaron de #unaactitudpositiva. Cansados de tanto mensaje catastrofista (que sí, que ya sabemos que hay una crisis muy grave), un grupo de personas hemos decidido unirnos para comunicar otra visión de las cosas.

Promovido por @fmlopez48@gasolinero, @fidelmartin, @chdve y por @Srvmaket, en un primer momento, y a los que se han añadido @BelenManez y @julitopomar, en Facebook el grupo tiene la impresionante cifra de 710 seguidores y un número incontable de “Me gusta”, es decir, el promedio es de unos 118 nuevos seguidores por día. En Twitter los números son aún más espectaculares: 1.015 seguidores, a una media de más de 169 al día. Y estos son datos de ayer miércoles, 18 de julio…

Los comunicadores, en el ejercicio de nuestro trabajo, actuamos siempre, respecto al cliente, de forma positiva. Si tenemos unas cifras, hacemos hincapié en las que les benefician y camuflamos, dentro de la información, aquellas que les perjudican, sin ocultarlas pero dándoles menor importancia. Esto es general excepto, por lo visto, en política donde lo negativo prevalece.

A ello hemos de añadir unos medios de comunicación muy segmentados y con unas líneas editoriales que son sesgadas, donde priman las noticias que perjudican la imagen de sus oponentes antes que aquellas que les benefician. Sinceramente, ningún gobierno es tan malo ni tan bueno como se le califica, por pura ley de probabilidades.

El resultado de todo esto es que los mensajes que llegan al ciudadano son tan malos que parece que en vez de en España, Unión Europea, Occidente, estamos en un país más allá del mal llamado “Tercer Mundo”, justo al borde del colapso absoluto. Este clima hace que, como me contaban el lunes, haya personas que vayan pregonando que se va a eliminar el subsidio por desempleo desde ya, cuando lo que se dijo es que, a los seis meses, los parados pasarían a cobrar el 50% del total, diez puntos menos que antes. No planteo aquí la pertinencia o no de esta medida sino el extremo al que estamos llegando.

En este sentido, me gustaría compartir con vosotros el artículo que escribió Arturo Merayo, socio director de Cicero Formación, en el número de marzo de “Executive Excellence”: no puedo estar más de acuerdo.

Recuerdo, en mi época universitaria, que uno de mis profesores comentaba que ante un accidente, a la hora de recoger declaraciones para redactar la noticia, nos encontraríamos con que nadie habría visto lo mismo. Eso es así porque cada uno de nosotros observa la cosas que ocurren según su perspectiva, su educación y sus vivencias. Seguro que un psicólogo podría explicarlo mejor que yo pero lo que es evidente es que todo ello tamiza la información. Por eso es imposible la objetividad absoluta y por eso, en unas selecciones, los partidos que se presentan se declaran ganadores… y es verdad hasta un cierto punto.

Entonces, ¿por qué nos empeñamos en ver siempre el lado negativo de las cosas? Cuidado, no se trata de vivir en las nubes sino que sabiendo lo que hay, sepamos también sacar una lección, una enseñanza o una idea que nos permita salir del problema. Si cada uno de nosotros trabajara por buscar ese punto de inflexión en nuestro día a día y en nuestras propias dificultades, todos esos esfuerzos terminarían por beneficiarnos como país y como sociedad. Mientras no creamos en nosotros mismos, nadie lo hará.

Conocemos la dramática situación de muchos medios, sobre todo, de perfil tradicional. Periódicos, revistas, radios y televisiones están sufriendo para mantenerse a flote y a costa de despedir a profesionales, periodistas o no. Veamos cómo darle la vuelta:

Noticia 1.- Pese al “boom digital”, los medios tradicionales siguen siendo los más fiables para los usuarios a la hora de recibir información.

Noticia 2.- Los jóvenes podrían ser la tabla de salvación de la prensa gracias a la venta de tabletas.

Estas dos informaciones vienen a demostrar que ni mucho menos el periodismo tradicional ha muerto, solo que debe reinventarse para seguir existiendo. Y, desde luego, lo hará. Puede que muchos medios se queden en el camino por no saber cómo hacerlo, pero habrá otros que encuentren la fórmula apropiada y puedan seguir adelante.

Habréis escuchado, hace poco, como un gaditano, que estaba cansado de no vender su piso después de varios meses, decidió sacar una canción y colgarla en las redes sociales. Salió por todas partes. El chascarrillo es lógico que aparezca pero ningún medio ha comentado después si el buen hombre vendió o no la casa, aunque apostaría a que sí. ¿Por qué? Porque cuando hay imaginación y ganas, se alcanzan los objetivos.

Por eso, estamos viendo como la inciativa de #unaactitudpositiva está consiguiendo un éxito épico, porque estamos cansados de tanta negatividad. Por eso aquí, hoy, desde Bloggy Mary, os pido que os unáis a ella, al menos al espíritu que emana. Si queréis más información, podéis leer la excelente entrada a su blog de Fátima Martínez que se titula “No todo está perdido #unaactitudpositiva”.

Seguro que muchos tendréis experiencias en las que sabíais que íbais a conseguir algo y efectivamente lo habéis alcanzado. Me encantaría que explicarais esas vivencias para demostrar que la afirmación de que “la fé mueve montañas” es cien por cien cierta.