Escribo esta entrada de Bloggy Mary totalmente impactada por el accidente del tren a Santiago y El Ferrol. El número de muertos en este momento está rozando los setenta y las perspectivas no son halagüeñas. Soy consciente de que en estas circunstancias puedo escribir palabras que en otros momentos serían menos duras, palabras que pasaría por el tamiz de la diplomacia.
Sin embargo, me he sentido tan triste por la tragedia y tan decepcionada por cómo se ha cubierto en los medios, en concreto, en las televisiones, que no he podido por menos que sentarme ante el teclado y cambiar la entrada que había prevista por esta otra, que me sale del corazón y casi te diría que de las entrañas.
Esta vez no te voy a hablar de experiencias, de estudios o de determinadas utilidades en Comunicación. No voy a fijarme en el SEO o en si esta entrada es apropiada o no para mi marca personal. No voy a colgar fotografías, solo palabras. Te hablo como periodista, como amante de mi profesión.
Esta noche había quedado y llegué a casa en torno a las diez de la noche. Cuando entré por la puerta, mi madre me informó que se había producido un descarrilamiento en Santiago de Compostela, en vísperas del día grande del Santo, y que había muertos. ¿Cómo se había enterado ella? Pues haciendo zapping, tuvo la suerte de caer en Intereconomía TV, una cadena que no es habitual en mi casa, y allí lo vio.
No en La 1, que emitía un Comando Actualidad enlatado; no en La 2, donde se desarrollaba la historia más que trasnochada de “Historias de la Puta Mili”; no en Antena 3, que si no recuerdo mal, andaba dando pataditas a un balón en un partido sin trascendencia pero, eso sí, con el Real Madrid de protagonista, algo muy importante; no en Cuatro, que con la serie “Scandal” sobre lo bueno que es el presidente de EEUU y lo malos que son sus asesores y demás familia, tenía suficiente; no en Telecinco, donde Jorge Javier Vázquez y sus invitados invitaban, precisamente, a salir despavoridos; no en La Sexta, que creo que estaba de “película” o de “serie”, lo mismo da; y no en Telemadrid, cosa que no me extrañó lo más mínimo, viendo la calidad que luce.
Cuando yo llegué, se me ocurrió mirar en el Canal 24horas, que para eso está, digo yo. Justo en ese momento, es decir, casi una hora más tarde que Intereconomía TV y que 13TV, empezaban a hablar sobre el tema… y solo puedo calificar la cobertura como patética.
Mientras en los dos canales mencionados hacían llamadas, se molestaban en ir de un lado a otro, en hablar con los compañeros de los medios gallegos, etc., las cosas normales que solemos hacer los periodistas en este tipo de tragedias y cuando no hay información oficial de ningún tipo (sacar las impresiones de los testigos), el canal de RTVE entraba en un rulo de informaciones repetitivas, de dudas de su presentadora, de conexiones inexistentes y de un desbarre tras otro tan pronunciado que tardé poco en concluir que aquel canal no era el más apropiado para informarme.
Por supuesto, como buena tuitera, al tiempo que miraba cadenas, me informaba a través del microblogging y esa fue otra. Como es lógico, las noticias eran contradictorias pues costaba contrastarlas. Me dediqué a retuitear aquellas que venían de fuentes fidedignas (Cruz Roja, Xunta, Emergencias 112, etc.). Y allí me encontré con que al Community Manager de RENFE, ni estaba ni se le esperaba; con que había afiliados a partidos políticos que si se hubieran cosido la boquita, hubieran estado muchísimo más guapos; y, claro está, con alusiones a la pésima cobertura de esa televisión pública a la que le ocurre exactamente lo mismo que al community ferroviario.
Tres horas más tarde, La 1 tuvo a bien interrumpir su programa enlatado y hablar de la actualidad que más cerca nos llegaba, eso sí, con las mismas dudas que su compañera del Canal 24horas y sin la riqueza de testimonios de Intereconomía TV y 13TV.
No voy a entrar en lo que hicieron las televisiones privadas porque, al fin y al cabo, es su problema si no son capaces de cubrir una noticia de alcance, como se suele llamar a este tipo de informaciones, e interrumpir la programación. Pero sí me parece lamentable, patético, una burla a los españoles y una falta de respeto al Periodismo que en La 1 no empezaran a moverse de forma inmediata y cubrir la información.
La falta de profesionales de los que adolece no es excusa. RTVE tiene los suficientes medios y contactos como para salir airosa, entre ellos, ni más ni menos que la agencia EFE, con la que comparte corresponsales en muchos casos. Ni más ni menos que sus delegaciones en las diferentes comunidades autónomas, en este caso, la gallega. Ni más ni menos que el dinero que le damos todos los españoles con nuestros impuestos. A mí se me caía la cara de vergüenza, viendo cómo la BBC, por ejemplo, cubría el tema en directo con profusión de detalles.
Telemadrid también se financia con nuestros impuestos, con los de todos los madrileños, pero ya la considero un caso perdido. Solo le falta cambiar su nombre por el de PPMadrid. Nuestra (sí, porque es nuestra) televisión autonómica no se dignó a tratar nada sobre el tema hasta que finalizó la película que creo que estaban emitiendo (¿era “De ladrón a policía?”, muy significativo)… o bien hasta que la delegación del gobierno aseguró que se había tratado de un accidente y no de un atentado, como se barajaba al principio. Llámame desconfiada si quieres.
Gracias a Dios, existe algo llamado Radio. La cadena SER hizo una labor impresionante, COPE y Onda Cero, tres cuartos de lo mismo. Tampoco mencionaré a RNE; ya he dado suficiente repaso a la corporación audiovisual española. Todas ellas interrumpieron su programación habitual, como era de recibo, y se dedicaron a dar una información constante y de interés, demostrando cómo se hace un buen Periodismo.
También los periódicos en su versión online (lógico) realizaron una labor encomiable, actualizando sus ediciones cada vez que conseguían confirmar algún punto y en plena consonancia, al igual que la radio, con sus versiones en redes sociales, en concreto en Twitter, echando humo.
EFE y Europa Press tardaron más en reaccionar pero también es lo normal ya que sus informaciones han de estar muy contrastadas.
Y cambiando de tema, . Sin comentarios (aquí sí te pongo la foto del comunicado).
Ante una tragedia como la sucedida esta noche, toda esta reflexión no tiene importancia. Imagino que cada uno intenta sobrellevarla como puede y yo me he fijado en lo mío, en la comunicación. Un médico lo habrá hecho mirando la actuación de sus compañeros y un policía de los suyos, por ejemplo.
Esta noche difícilmente voy a poder dormir pensando en las personas que iban en ese tren y en sus familias. Tengo amigos gallegos que podrían haber viajado en él. Creo que todos los tenemos. De repente, he vuelto a vivir el 11M y se me ha hecho un nudo en la garganta que no soy capaz de deshacer. Mi corazón está con las víctimas y con su entorno familiar, de amistad y laboral. DEP
Hoy no te hago preguntas. Te doy absoluta libertad, como siempre, para que dejes tus impresiones, sean sobre la cobertura mediática o sobre la tragedia. Tienes la palabra.
Esto es algo que, tristemente, no solo pasa en España. En el México actual hay eventos que, años atrás se valoraban como tragedias, hoy son cosa común y los noticieros prefieren informar y justificar en forma disfrazada la mala calidad de juego que tiempo atrás viene mostrando la selección. Aquí también es más viable y fidedigno enterarse por twitter y/o facebook de temas importantes, primero localmente y en cuestión de horas se expande la información a través del país y … los medios tradicionales: parecen estar en un universo paralelo, con otras prioridades sucediendo en realidades alternas, ellos en la suya y nosotros en la nuestra. Pero desafortunadamente es como un «algo dado por hecho» es decir, de ambos lados sabemos que sabemos lo que pasa pero nadie dice nada … parecemos haber aceptado esta realidad alterna sucediendo cada quién en la suya y de alguna manera somos culpables por ello de este lado, por no confrontar y exigir que se cumpla nuestro derecho a la información. Bueno que hayas escrito este post saliéndote de la línea que lleva, quizá no se cambien las cosas de hoy para mañana pero es una forma de empezar y lo más importante no quedarse callados. Nuestro apoyo y condolencia para los afectados.
Sí, por desgracia la mala información, Nidia, no es solo patrimonio de los españoles, ni siquiera de muchos países europeos, como bien te encargas de señalar. Lo que más me duele, como periodista y como ciudadana, es que la televisión pública, la de todos, la que pagamos con nuestros impuestos, sea incapaz de reaccionar ante una tragedia del nivel de la actual en un alarde de falta de profesionalidad (y no me estoy refiriendo a sus trabajadores) que la deja en evidencia, sobre todo, cuando uno ve cómo la BBC cubre este hecho: me sentí muy avergonzada.
A mí me enseñaron, y así lo he hecho cuando me ha tocado hacerlo, que si sucede algo de este calibre, actúas, como periodista, de dos formas: si estás presente, llamas inmediatamente a redacción para dar la noticia en directo; si no lo estás, te presentas en ella para ponerte a disposición del director de informativos, te toque o no trabajar. Por supuesto, hablo sin conocimiento de si ocurrió o no, pero estoy convencida de que los periodistas de RTVE, en cuanto se enteraron de lo ocurrido, salieron zumbando a la sede del grupo. Estoy convencida de que los periodistas de la agencia EFE estaban esperando la llamada de sus compañeros. Y estoy convencida de que las corresponsalías españolas y extranjeras, se pusieron en marcha para cubrir la desgracia y sus consecuencias. Pero si nadie dio la orden de interrumpir la programación y empezar con un especial que emitiera la noticia, ahí se quedaron medios humanos y técnicos, viéndolas venir. Esperemos que cambien las cosas en un futuro.
Y así pasa, que las redes sociales se convierte en el punto de información general, exceptuando la excelente cobertura de dos cadenas privadas pequeñas, Intereconomía TV y 13TV, y de una cadena autonómía, la gallega, que realizó una labor impresionante, según me cuentan.
Gracias, Nidia, por tu comentario y, sobre todo, por tus condolencias a los afectados.
Como dejé bien claro en Facebook, y sin entrar en política, creo que debería dimitir el equipo entero (de principio a fin) de comunicación y prensa de Moncloa por ese vergonzoso comunicado que daña la imagen del gobierno y del partido en sí. Muchos afiliados han llamado «inhumanos» a aquellos que han difundido o pedido dimisiones por este hecho. Yo llamo inhumanos a los que hacen un copia y pega sin verificar lo que se escribe. Al fin y al cabo, y sin sueldo ni cargo público ni privado, ambos somos bloggers y cuidamos bastante nuestro contenido para no meter la pata así. Siendo un cliente, empresa, organismo y teniendo la noticia que ser tratada con una delicadeza extrema, solo se me ocurre pensar en que, como apuntaban muchos en Twitter, a los que nos gobierna les importó e importa un comino. Otra cosa es el protocolo y «lo que hay que hacer por narices te guste o no». No, no vale. No nos podemos permitir gente mediocre ahí. Y por ende, ni el TVE1 ni TeleMadrid. Todos lo pagamos y deberíamos expresar nuestra opinión y que trascendiese para que estos personajes saliesen de estos puestos económicamente muy bien retribuidos. Querer es poder, y más con medios. Pero prefieren tapar lo malo mientras sea posible hasta que sea inviable seguir ocultando o engañando información. La transparencia no existe, la información es poder, los periodistas se dejan de valorar (popularmente) por la presión de sus superiores a subjetivizarlo todo y tenemos un pez que se muerde la cola. Las preguntas son, ¿hasta cuándo serán sostenibles las mentiras y verdades a medias? ¿Es gratis mentir? ¿Es ético ocultar? ¿Es admisible no dar cobertura? Hoy me es imposible dar las buenas noches. No he perdido a tres personas ayer de milagro. Todo por cuestión de circunstancias gratamente fortuitas, porque seguramente allí estaría hoy. Abrazos
Hola, Pablo. Menos mal lo de esas tres personas que mencionas.
Estoy muy de acuerdo contigo. Hemos tenido un interesante intercambio de opiniones en un debate de Facebook sobre esta nota de prensa tan desafortunada e inhumana. Había una persona que se empeñaba en que errar es de humanos, que el comunicado lo redactaría el becario de turno, sin supervisión, y que lo mandó tal cual a altas horas de la noche, con lo que eso significa. Esta persona se encontró con que todos los que leímos su respuesta estábamos en absoluto desacuerdo. Como se trataba de un grupo de marketing, quise dar el punto de vista de Comunicación, que es el que se precisaba, algo que también hizo otro profesional. En resumen, cuando se trata de una situación de este nivel, el gabinete de prensa, departamento o, en este caso, Comunicación de Presidencia de Gobierno, se reune (o debería hacerlo) de forma extraordinaria para ver la respuesta del presidente ante la tragedia y se redacta un borrador de nota de prensa que pasa por los ojos de absolutamente todo el departamento. Cuando está cerrado, se presenta ante el presidente, quien la aprueba o la modifica, según su criterio. Vuelve a pasar por todos y entonces, solo entonces, se publica.
Ante un asunto tan serio como el que nos ocupa, no ha lugar a un copia-pega. Si encima, como es el caso, el presidente es santiageño, sus declaraciones deben ser aún más personales porque está vinculado a la tierra por nacimiento; el copia-pega, en estas circunstancias, no ha lugar.
Por lo tanto, secundo la moción; todo el equipo debería dimitir. Sin embargo, dudo mucho que lo haga. De hecho, dónde están la rectificación y la petición de perdón a las víctimas. Como decía en el debate, ni están, ni se las espera.
Gracias, Pablo, por tu comentario. Con Galicia en el corazón.