Canela PR ha lanzado la sexta edición de su “Estudio sobre el Periodismo Digital 2013”. Está dividido en perspectivas de los periodistas, medios impresos contra digitales, modelo de negocio, fuentes de las noticias, confianza respecto a estas, medición del éxito y tipo de contenido de las publicaciones online.
He de confesarte que no conocía este estudio anual y, la verdad, me he encontrado con una serie de datos que me han resultado tremendamente interesantes.
En lo referido a España, aunque es general, resulta curioso cruzar los porcentajes de dónde los periodistas buscan las noticias y en qué fuentes confían. Resulta que las historias las localizan en casi un 75% en los expertos del sector y redes sociales confiables. Subrayo esta palabra porque suponen un 51% mientras que si no conocen a la fuente, baja a un 25%. A pesar de ello, un 39,2% de los profesionales no confían en los community managers.
Además, nos encontramos con que un 72,9% buscan las informaciones en las agencias de noticias, algo muy lógico, y un 66,1% en las de comunicación. Lo curioso en este último caso es que, a la hora de confiar, ocupan los últimos lugares en preferencia.
La contradicción es evidente; “oye, sí, me das la idea de la historia pero no me creo nada de lo que me dices. Sin embargo, sí que creo al experto técnico de una empresa, que probablemente esté asesorado por un responsable de comunicación, y también al CEO, que idem. Es más, creo que es más fiable un regulador o funcionario del gobierno o incluso un lector que tú”. Eso duele.
Como periodista, comunicadora y trabajadora de los medios sociales, me encuentro en medio de todo esto y me viene inmediatamente una pregunta: ¿qué estamos haciendo mal los comunicadores y los communities para que los periodistas no nos consideren fiables?
En mi modesta opinión, nos asimilan a ambas figuras como pertenecientes a publicidad, ni siquiera a marketing, que también está en el grupo. Por lo tanto, si hacemos publicidad, no podemos ser veraces. ¿Cuándo hemos empezado a dar esa idea? Creo que en el mismo momento en el que no se diferencia entre comunicación, marketing y publicidad: todo es comunicación. El meter a estos tres pilares en un mismo saco nos ha perjudicado mucho. La mala imagen de la publicidad se ha extendido a nosotros y no nos hemos percatado de ello o no hemos querido hacerlo.
Ya he tratado las diferencias entre unos y otros en varias entradas de Bloggy Mary y, por lo tanto, sabes lo que pienso al respecto. Sin embargo, después de tanto tiempo hablando con compañeros periodistas (porque son compañeros), seguimos sin acercar posturas.
Es imprescindible contrastar las fuentes, sean estas cuales sean, pero la falta de fiabilidad de las agencias de comunicación y de los communities, debería hacernos reflexionar. Y más dado que muchos de los profesionales que trabajamos en estos campos somos periodistas de formación y con experiencia en ello. Es decir, por alguna razón, estamos tirando piedras sobre nuestro propio tejado y el de nuestros compañeros. ¿No tiene mucha lógica o solo me lo parece a mí? ¿Qué opinas?
Otro de los datos que me ha llamado la atención del estudio es la tendencia a la polarización. Por un lado, los medios están empezando a dar noticias breves, tipo tuit, casi en tiempo real, de la actualidad, tanto por escrito como en vídeo. Por otro lado, hay informaciones amplias, fruto del periodismo de investigación.
He de confesarte que me gusta mucho la doble vertiente siempre y cuando esas historias casi instantáneas estén bien contrastadas, al menos por un par de fuentes, y no nos dediquemos a entrar en una guerra a ver quién es el más rápido del Oeste. Eso nos permitiría tener agilidad.
El periodismo de investigación merece mención aparte porque, a pesar de ser muy importante en el resto del mundo, en España adolece de una falta de recursos y de un sesgo informativo que llega a ser insultante en algunos casos.
Al referirnos a esta modalidad, hemos de pensar en reportajes ágiles, interesantes, clarificadores y, atención, lo más objetivos posibles. No necesariamente han de destapar escándalos, aunque ahora estén a la orden del día. Pueden hablar de economía, de sociedad, de un montón de temas en profundidad, bien documentados, buscando todas las fuentes posibles y todos los testimonios necesarios. Cuando estos vuelvan a darse, es muy probable que queramos pagar por leerlos. Lo que resultaría ser un modelo de negocio para la financiación de los cada vez más exhaustos medios de comunicación españoles.
Es más, los propios lectores podrían decidir los temas e incluso financiar la investigación de estos, algo que no me acabo de inventar sino que ya hay ejemplos de ello.
Como verás en la infografía del estudio, hay muchos más datos que merece la pena comentar: da para mucho. Sin embargo, estos son los que me han llamado especialmente la atención tal vez porque me tocan más de cerca. ¿Y a ti? ¿Qué puntos te resultan más chocantes? ¿A qué conclusión te llevan?
Por cierto, el “medio apunte” al que me refería en el titular es el del modelo de negocio de los medios de comunicación…
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