El fin de semana pasado cumplí uno de los sueños de mi vida, de esos que dices “no me moriré sin…”. Y además, dicho sueño se completó con conocer a una persona a la que, de otra forma, me hubiera resultado bastante difícil acceder, alguien cuya implicación y activismo significó mucho para mí en una determinada etapa profesional y que sigue ahí, sirviendo como ejemplo de buen hacer.
A todo ello se añade que pocas veces tengo la ocasión de observar un evento como el que te voy a contar desde la perspectiva del participante y no del organizador. Es algo que cuando trabajas en Comunicación y Eventos, resulta muy interesante al situarte en el otro lado pero con los conocimientos precisos para valorarlo. He de decir que fue redondo. Te cuento la historia.
Ana Zuazo es la persona que está detrás de la sección Bazar me lo pido, dentro de La Luna de Metrópoli, suplemento del diario El Mundo. Cada cierto tiempo, normalmente una vez al mes, organiza encuentros entre blogueros y periodistas con diferentes personalidades del mundo de la moda, del periodismo, de los negocios, etc. Por regla general, son cenas y me invita a asistir, aunque en pocas ocasiones he podido hacerlo debido a que suelen organizarse entre semana. Sin embargo, esta vez era diferente tanto por la fecha como por la naturaleza del evento.
Todo empezó hace cinco meses, cuando Ana decidió hacer algo más grande de lo habitual y que ni más ni menos que Joaquín Araujo fuera el invitado de honor. Ante tal posibilidad, había que montar algo muy especial. Y vamos que lo hizo.
¿Cómo se puede observar mejor la naturaleza? Desde el aire, claro. ¿Cómo se puede disfrutar de ella? Viendo como los seres humanos interaccionamos y respetamos su idiosincrasia. ¿Qué hacer? Pues qué tal llevármelos a todos, blogueros, periodistas e invitado, a montar en globo. Hala, dicho y hecho.
Entonces Ana empezó a investigar, a buscar patrocinadores, a cuadrar fechas con Joaquín y a coordinar a los asistentes. Un trabajo de locos, pero muy gratificante, ¿verdad, Ana?
Por suerte, como la idea era muy buena y Ana le pone una ilusión que se contagia al instante, pronto empezaron a cuadrar las cosas. Encontró una empresa, Siempre en las nubes, que organiza excursiones en globo y que se apuntó a llevarnos por Segovia. Localizó a otros dos patrocinadores, Dyson, una multinacional que tiene mucho que ver con el aire, como se encargó de recalcar su directora de Comunicación, Mery Garachana, presente en el evento; y, por supuesto, Prodestur, el organismo de la Diputación Provincial de Segovia que realiza la promoción turística de la provincia, que estaba representado en la persona de Susana Gómez, su responsable.
A partir de ahí, el evento fue tomando forma con nuevas actividades para conseguir una jornada redonda. Esta es la crónica.
El coche de las “Marías”, es decir, mi coche con tres pasajeras más, tocayas mías (María Romero de Cuenca, María Moro y María Verdú, las dos últimas periodistas de la agencia EFE) salió del punto de encuentro a las 5:30 de la mañana porque, para montar en globo, hay que madrugar y mucho, rumbo a Segovia pues el despegue se realizaba junto a la ciudad.
Sin más incidentes, aparte de un curioso control de alcoholemia, llegamos al lugar pactado, antes de las 7:20 horas, estaba amaneciendo y el espectáculo era ya imponente.
Allí conocimos a Joaquín Araujo y también a Cristian Biosca y a José Luis Calderon que, además de ser respectivamente el gerente y el responsable comercial de Siempre en las nubes, fueron nuestros magníficos pilotos. Antes de las 8:00, los dos globos en los que íbamos, uno de ocho pasajeros y otro de diez, ya estábamos en el aire. ¡¡Mira qué maravilla!!
Las corrientes nos alejaban de Segovia y el campo estaba espectacular, vestido de primavera, una verdadera explosión de colores. Así que el tiempo, literalmente, voló y la hora que estuvimos en el aire se nos antojó como si fueran unos pocos minutos.
Tras aterrizar en un lugar idílico, Cristian nos estuvo contando la historia de cómo se inventó el globo; lo explica muy bien en su blog María Romero de Cuenca. Mientras, sin que nosotros lo apreciáramos, el equipo de la empresa estaba detrás preparando el brindis con cava. ¡Sorpresa!
Al tiempo que tomábamos un pequeño aperitivo, tuvimos el honor de escuchar a Joaquín Araujo. Fue una intervención inteligente, salpicada con observaciones y comentarios de las aves que en ese momento nos sobrevolaban. He aquí la importancia de tener un invitado de honor de verdadero lujo.
Un autobús, fletado por Prodestur, vino a buscarnos y nos trasladó hasta Fuentidueña, a una hora de camino, una pequeña localidad segoviana a la vera del Duratón, que no llega a los doscientos habitantes pero que es preciosa y totalmente amurallada, donde nos esperaba la encantadora Beatriz para mostrarnos sus encantos: el Palacio de los Condes, la románica iglesia de San Miguel (s. XII), el antiguo hospital de la Magdalena (s. XVI), la iglesia de San Martín y la necrópolis altomedieval (ambos del s. X), junto con la muralla y un camino jalonado de bodegas a resguardo de la tierra. Sin duda, una excelente guía que conocía bien el lugar (vive en él).
Y hablando de bodegas, después de la excursión, pudimos degustar los vinos de la zona gracias a una cata dirigida por Alberto que nos organizaron en “Vino y Mimos”. Por cierto, el aperitivo de pan con un poquito de aceite, un gajo de limón y espolvoreado de azúcar moreno, la cosa más sencilla, estaba superior.
Hora de comer. Nos trasladamos en el autocar a la vecina localidad de Sacramenia y allí, en bodegas Zarraguilla, nos recibieron Marisa y su padre, y degustamos un cordero de los que hacía mucho tiempo (demasiado diría yo) no disfrutaba: de los mejores que he probado con diferencia. Pero antes, tomamos una ensalada, unas morcillitas y unas patatas con huevos revueltos que estaban de rechupete. Y visitamos, además de sus bodegas, una curiosa zona que era un compendio de utensilios relacionados con la agricultura y el vino que, por cierto, también era delicioso en todas sus variedades.
Allí, Cristian y José Luis repartieron nuestros diplomas de vuelo. Y luego todos dejamos unas palabras en el libro de firmas de la bodega.
Así, cargados de obsequios para recordar este maravilloso día, volvimos a Segovia. Entramos por la zona del Alcázar y disfrutamos de la maravillosa ciudad, aunque solo fuera de paso. Solo quedaba recoger el coche y volver a Madrid.
Pasó muy rápido, demasiado diría yo, que es lo que ocurre cuando disfrutas de algo y no lo estás organizando. Mi enhorabuena a Ana, que hizo un trabajo excepcional, y más dependiendo de las condiciones meteorológicas, sobre todo para volar en globo: nos sentimos atendidos, diría que hasta mimados, y nos llevamos una excelente impresión de Segovia, de su entorno y de las personas que nos acompañaron (Mery, Susana, Cristian, José Luis, Alberto, Beatriz, Marisa,…), además de los blogueros y los periodistas y, por supuesto, el gran Joaquín Araujo. Toda una experiencia.
Si te apetece, puedes ver las noticias que sacaron sobre el evento noticiascastillayleon.com y eladelantado.com. La repercusión en redes sociales también fue muy alta, en especial antes, porque en el “durante” lo estábamos disfrutando. A este respecto, te pregunto: si tuvieras que elegir, ¿qué te interesa más, como empresa, como patrocinador y como Comunicación, que los asistentes vivan la experiencia o que se la pasen tuiteando y subiendo actualizaciones a las redes?
En mi opinión, es mejor que lo disfruten porque luego vendrá la parte de redes y las apariciones en blogs, en fotos dentro de Instagram, Pinterest y Flickr, en YouTube, etc. El objetivo es que vivan una gran experiencia que después compartirán y no que compartan sin meterse en el evento propiamente dicho porque ahí terminará la repercusión. ¿Qué opinas?
Como muestra, antes te he puesto el artículo del blog de María Romero, y tienes fotos en el Facebook de Siempre en las nubes y en el de Bazar me lo pido, que hizo Alejandra Sanza. Y aquí están las mías, subidas a Pinterest.
Organizar todo esto fue, sin duda, un quebradero de cabeza para Ana pero en la felicidad de nuestras caras durante y una vez finalizado el evento, está la recompensa, al igual que me pasa cuando la organizadora soy yo. ¿Tienes alguna experiencia, tanto como responsable como de invitado, en este tipo de jornadas? ¿Qué te ha parecido la comunicación?
Gracias por comentar y por compartir.
María Rubio
Reblogueó esto en PROTOCOL BLOGGERS POINT.
Gracias María por tus palabras y por este gran resumen.Tengo que reconocer que cada encuentro es especial porque se piensa en el entorno adecuado para cada invitado. Joaquín Araujo, globo más Segovia y vuestra gran compañía, meses de trabajo que se convirtieron en un día perfecto ¡¡El motor para seguir con esta iniciativa!! #EncuentrosBazar
Ana Zuazo Rosado Coordinadora Bazar Me Lo Pido
Gracias a ti por invitarme a una experiencia única y por tu comentario. Feliz fin de semana y un besote.