Hoy Bloggy Mary se empapa de teatro del bueno para conmemorar dos efemérides: el Día Internacional del Libro (23 de abril) y el 400 aniversario de la muerte de D. Miguel de Cervantes, en la misma fecha. Además, recojo con este artículo el guante lanzado por las compañeras y, sin embargo, amigas 😉 de Protocol Bloggers Point, en que nos invitan a los “protocoleros” que lo deseemos a descubrir detalles de ceremonial, etiqueta y protocolo en las obras de Cervantes y también de Shakespeare.
Una reflexión inicial. El Día del Libro se estableció en la fecha indicada porque, erróneamente, se piensa que ambos genios de la literatura universal fallecieron en la misma aciaga jornada. La confusión viene por los dos tipos de calendarios vigentes en el momento: el gregoriano en España y el juliano en Gran Bretaña. En este último, la fecha del 23 de abril correspondería al 3 de mayo actual. Es más, Cervantes en realidad murió el 22 y fue enterrado al día siguiente… Sea como fuere, en cuestión de un par de semanas, el mundo perdió a dos de sus más insignes escritores.
Dicho esto, hablemos del teatro del Siglo de Oro, o mejor, de cuál era el protocolo en las representaciones teatrales.
Seguro que has visto la película “Shakespeare in love”. Pues era algo así.
Hasta bien entrado el s. XVI, con Lope de Rueda, los comediantes iban de un lugar a otro, portando sus escasa pertenencias, y hacían las representaciones en plazas y casas que se prestaran a ello. Era un teatro itinerante hasta que entonces llegaros los Corrales de Comedias.
En ellos ocurría algo poco común en una época donde las clases sociales estaban lo más distanciadas que podían; allí compartían un mismo espacio aunque, por supuesto, con bastantes salvedades.
Los corrales se limitaban a un escenario, con balcones, corredores y pequeñas estancias alrededor, que eran las que ocupaban los nobles e incluso la realeza, bastante dada a participar en estas distracciones y, en algunos casos, a mezclarse con la plebe bien disfrazados o embozados.
Frente al escenario, en una zona modesta pero delimitada, había un hemiciclo de dos pisos donde se sentaba el clero, en el nivel superior, y la municipalidad en el inferior.
Hombres y mujeres también estaban separados: ellas en un espacio bajo el hemiciclo que indicaba y ellos, de pie, en el patio, para que “de aquesta manera” se vigilaba que “…no haya ruidos, ni alborotos, ni escandalos, y que los hombres y mujeres esten apartados, así en los asientos, como en las entradas y salidas, para que no hagan cosas deshonestas y para que no consientan entrar en los baños a persona alguna fuera de los actores”.
Si has estado alguna vez en el teatro de Almagro, seguro que te haces una clara composición de lugar.
He de reconocer que soy una gran admiradora de unas obrillas menores de Cervantes, si es que tiene alguna, que me encantan por su humor y la crítica subyacente, junto con su curiosa contemporaneidad. Son los Entremeses, que se realizaban para entretener al público en los descansos que había durante las obras pero que, en la pluma cervantina, adquieren un valor que supera al de sus coetáneos, bueno, en realidad no solo a ellos.
En concreto, para ilustrar este artículo, he elegido unos pasajes de “La elección de los alcaldes de Daganzo”, sobre todo, porque me parece que las semejanzas con las situación que estamos viviendo en la política española, y salvando las particularidades de cada época, son de lo más curiosas.
El argumento es muy sencillo. Un tribunal improvisado se reúne para elegir alcalde entre cuatro candidatos, Humillos, Rana, Berrocal y Jarrete, que exponen sus dones para conseguir el puesto. Te pongo a continuación algunos párrafos que, de verdad, no tienen desperdicio:
“HUMILLOS
De que vaya tan a larga nuestro nombramiento. ¿Hémoslo de comprar a gallipavos, a cántaros de arrope y a abrevadas, y botas de lo añejo tan crecidas que se arremetan a ser cueros? Díganlo y pondrase remedio y diligencia.
BACHILLER
No hay sobornos aquí; todos estamos de un común parecer, y es que el que fuere más hábil para alcalde, ese se tenga por escogido y por llamado”.
A continuación, cada uno pasa a explicar cuáles son sus fortalezas, que no tienen desperdicio, excepto el último en hablar.
“BACHILLER
¿Sabéis leer, Humillos?
HUMILLOS
No, por cierto, ni tal se probará que en mi linaje haya persona de tan poco asiento que se ponga a aprender esas quimeras, que llevan a los hombres al brasero (de la Inquisición) y a las mujeres a la casa llana. Leer no sé; mas sé otras cosas tales que llevan al leer ventajas muchas”.
En concreto, el amigo sabe rezar. Jarrete, por su parte, también se jacta de ser cristiano viejo, de saber herrar y de cazar con arco. La mayor ventaja de Berrocal es ser un borrachín y un excelente catador. Rana, el último en hablar, refiere así sus puntos fuertes:
“Como Rana, habré de cantar mal; pero, con todo, diré mi condición, y no mi ingenio. Yo, señores, si acaso fuese alcalde, mi vara no sería tan delgada como las que usan de ordinario; de una encina o de un roble la haría, y gruesa de dos dedos, temeroso que no me la encorvase el dulce peso de un bolsón de ducados, ni otras dádivas, o ruegos, o promesas, o favores, que pesan como plomo y no se sienten hasta que os han brumado las costillas del cuerpo y alma, y, junto con aquesto, sería bien criado y comedido, parte severo y nada riguroso. Nunca deshonraría al miserable que ante mí le trajesen sus delitos: que suele lastimar una palabra de un juez arrojado, de afrentosa, mucho más que lastima su sentencia, aunque en ella se intime cruel castigo. No es bien que el poder quite la crianza, ni que la sumisión de un delincuente haga al juez soberbio y arrogante”.
¿Y aún hay alguien que se pregunte por qué Cervantes sigue siendo un genio a pesar del paso del tiempo?
Para saber cómo termina, te tocará leerlo. Ya me contarás tu parecer en los comentarios del blog o en las redes. Y, si te ha gustado, comparte este pequeño homenaje. Gracias
María Rubio
[…] obra: “Los Entremeses“. En su blog Bloggy Mary, incluye un post titulado”#400Cervantes, #protocolo y #DíadelLibro” en el que extrae unos pasajes de “La elección de los alcaldes de Daganzo”, para […]