La conquista de la selección española de fútbol de la “triple corona”, como se le ha venido a llamar, ha sido histórica dentro del deporte de nuestro país. A parte del incontestable éxito deportivo, muchas personas han trabajado en la sombra para conseguir que la organización de esta Eurocopa 2012 haya estado a la altura.
Nadie se fija en el Protocolo y así debe ser porque si apareces es que se ha producido algún fallo: mala cosa. En esta ocasión, son tres los países implicados: Polonia y Ucrania como sedes, y España en las celebraciones por la consecución de este hito. Además, había un punto importante que complicaba el trabajo de los profesionales: el boicot de la Unión Europea a la Eurocopa en Ucrania por el trato dado a la ex primera ministra, Yulia Timoshenko. Lo que acarreó también que los embajadores y departamentos de Protocolo de España e Italia tuvieran que hacer horas extras porque el Príncipe Felipe y los dos presidentes del gobierno respectivos estuvieran presentes en la final.
¿Cómo se solucionó este punto tan peliagudo? Luego lo veremos.
Vayamos por partes. Polonia fue el escenario de la inauguración, justo antes del primer partido que enfrentaba a la selección anfitriona con la griega. Fue una ceremonia cargada de simbolismo y de dificultades porque el organizador, Marco Balich (que también organizó las correspondientes a los JJ.OO. de Invierno de Turín), no solo tuvo que coordinar a los voluntarios sino también al público asistente para que se encargaran de recrear las banderas de las selecciones que participaban (tenéis información sobre ello en este enlace de la revista Protocolo). He aquí el resultado.
El 10 de junio, cuando España se estrenó empatando contra Italia, en el palco de autoridades estaban presentes los Príncipes de Asturias. No hubo problemas diplomáticos ya que se celebró en Polonia, aunque sí hubo un pequeño malentendido cuando se descubrió que el escudo que lucía “la roja” en sus camisetas, tenía importantes errores, según refleja a la perfección este reportaje publicado por ABC.
Pero hablemos de la final en el inolvidable domingo 1 de julio.
Como señal de protesta por lo ocurrido con la ex primera ministra, en la semifinal que jugó la selección contra Portugal, se encargó de representarnos nuestro embajador en Ucrania, José Rodríguez Moyano. Sin embargo, en el partido que nos dio la segunda Copa de Europa consecutiva, había una amplia representación española encabezada por el Príncipe Felipe (esta vez no iba la Princesa); el presidente del Gobierno, Maríano Rajoy; el ministro de Cultura, Educación y Deportes, José Ignacio de Wert; el presidente de la Federación Española de Fútbol y vicepresidente de la UEFA, Angel María Villar; y, de nuevo, nuestro embajador. También estaba Mario Monti, primer ministro de Italia. Por supuesto, no faltaron los máximos representantes de los dos países anfitriones: el presidente polaco, Bronislaw Komorowski, y el ucraniano, Viktor Yanukovich. Y también se encontraba en él el presidente de la UEFA, Michel Platini. Veamos cómo Protocolo los situó en el palco de honor.
El Príncipe de Asturias, al ser el máximo cargo presente, ocupa el lugar de honor que le cede el presidente de la UEFA, Michel Platini, que, como tal, ejerce de anfitrión y, a su vez, se sitúa en el segundo puesto de honor, la derecha de D. Felipe. Angel María Villar, como “segundo de a bordo” en la UEFA (es vicepresidente, además de presidente de la Federación Española de Fútbol), se coloca a la izquierda de principal invitado. Junto a Platini, a su derecha, se situaba Mario Monti, mientras que al lado de Villar, estaba el presidente polaco, Komorowski, y después de él, Rajoy.
Lo curioso del caso es que no localizaba en la línea principal de honor al presidente ucraniano. Si estaba el de Polonia, como es lógico al ser una de las sedes, ¿dónde estaba el polémico Viktor Yanukovich? Mi sorpresa fue descubrirle, a menos que mis ojos me mientan, en segunda línea, justo detrás del Príncipe de Asturias. ¿Una forma de salir en la foto detrás del más importante mandatario presente, como si este mostrara el respaldo a su figura, a pesar de los pesares? ¿Tal vez quisieran que pasase algo desapercibido (no olvidemos la altura física de D. Felipe)? De hecho, en la foto que ilustra este punto, no se aprecia. Lo vi en otra que apareció en el diario Qué! (recordad que aún sigue publicando por Internet).
Imagino los quebraderos de cabeza las personas de Protocolo de la UEFA y de las diferentes delegaciones presentes con tantas autoridades y con el problema ucraniano añadido. Aplicaron una solución muy interesante.
Si os habéis fijado en las fotos, durante la celebración de los goles, aunque tanto D. Felipe como Rajoy tenían ganas de dar un salto de alegría, pero cortesía obliga con el rival, y no se hizo. Fue la misma cortesía que demostraron los jugadores españoles con los italianos al finalizar el partido. Toda una lección de buen hacer y de sentido común.
Vayamos con la entrega de la copa. El protocolo creo que todos lo conocemos. Sube el subcampeón, le dan las medallas, y luego suben los campeones que reciben las suyas. No ocurre, por ejemplo, como en los Juegos Olímpicos, donde las autoridades bajan al podio para entregarlas. Aquí ellos no se mueven y son los deportistas los que lo hacen. El último en llegar es el capitán, Iker Casillas, que es quien recibe la copa. En este punto se produjo un pequeño cambio sobre lo que es habitual, si no estoy mal, y es que Platini bajó a la plataforma donde se encontraban los jugadores, por el lado izquierdo del estrado (el derecho en la pantalla del televisor) y Casillas por el contrario para recibir la copa en un minipodio que se había habilitado en la mencionada plataforma. Y ahí vivimos el instante de máxima euforia colectiva.
Luego llegaron los momentos en el vestuario. Esta vez no hubo fallos en el protocolo, como ocurrió en el Mundial cuando la Reina Dña. Sofía bajó a saludar a los jugadores y se los encontró sobre todo a Puyol, en una situación un tanto comprometida, y todo se solventó con acierto.
Para justificar su presencia en el palco tras el boicot de la Unión Europea a Ucrania, al día siguiente, antes de regresar a sus respectivos países, Monti y Rajoy entregaron una carta al presidente del país, cuyo contenido se desconoce, pero que versaba sobre la situación de la ex primera ministra Timoshenko, como podéis leer en esta información de euroXpress. Creo que es una imaginativa forma de solventar un problema como el que se les presentaba, dadas las circunstancias.
Por último, reseñar el trabajo que se realizó en España, sobre todo en Madrid, con la celebración del campeonato ganado. Muchos no nos damos cuenta de que hay personas que van guiando y atendiendo de forma constante a todos los protagonistas (jugadores, periodistas, representantes de las diferentes organizaciones, patrocinadores,…) y en cualquier momento. Las zonas que se acota, por ejemplo, en el aeropuerto: una para las familias, otra para los medios, otra más para los aficionados que van a recibirlos,… La preparación es hasta en el más mínimo detalle y requiere de un poder de organización muy importante. Para que os hagáis una idea, podéis leer la información que hizo al respecto la revista Protocolo.
Y la recepción en el Palacio de la Zarzuela, donde les recibieron, por orden de importancia, el Rey D. Juan Carlos, los Príncipes de Asturias -primero D. Felipe y luego Dña. Letizia- con sus hijas, y la Infanta Dña. Elena. Los discursos y la foto final tuvieron lugar en los jardines. Podéis ver vídeos muy interesantes en la página web de RTVE dedicada a la Eurocopa 2012.
Como veis, es un tema apasionante en del que podría escribir páginas y páginas. Pero detengámonos aquí. Los Juegos Olímpicos están a la vuelta de la esquina y eso me dará pie para ahondar más en la organización de este tipo de eventos.
¿Habíais pensado alguna vez en toda esta logística? ¿Suponíais que era Protocolo el que se ocupaba de estos temas? ¿Os gustó cómo se organizó la Eurocopa 2012 y cómo se celebró luego en España?
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