Llevo un tiempo preguntándome si existen diferencias entre los conceptos de responsabilidad social corporativa (RSC) y de responsabilidad social empresarial (RSE), que tantas veces se usan como sinónimos: ¿lo serían en realidad? De hecho, ni siquiera tenía claro si ambas opciones comprendían la de empresa socialmente responsable (ESR), o viceversa. Y, una vez establecido esto, ¿cómo convertirse en una empresa RSC, RSE o ESR y cuál es la mejor opción?

empresa compañía corporación

Empezaré por definir cada concepto a ver si encuentro las diferencias. Lo primero es saber qué se considera empresa y qué corporación. Según la Real Academia Española (RAE), empresa es una “unidad de organización dedicada a actividades industriales, mercantiles o de prestación de servicios con fines lucrativos”; mientras que organización es una “asociación de personas regulada por un conjunto de normas en función de determinados fines”.

Para Wikipedia, RSC es “el conjunto de obligaciones inherentes a la libre asunción de un estado o condición, aun no tipificado por el ordenamiento jurídico positivo, pero cuya fuerza vinculante y previa tipificación proceden de la íntima convicción social de que su incumplimiento supone la infracción de la norma de cultura”. Mientras que RSE es “una forma de gestión que se define por la relación ética de la empresa con los accionistas, y por el establecimiento de metas empresariales compatibles con el respeto a la diversidad y promoviendo la reducción de las desigualdades sociales”.

Entonces, en principio, la RSC es más amplia que la RSE o debería serlo. Queda por averiguar a qué se considera una ESR. Según he leído en la web de RScat (Responsabilidad Social en Cataluña) y en la de Anesor (Asociación Nacional de Empresas Socialmente Responsables), parece que este término se diferencia en que la ESR está en el adn de las empresas, en su propia constitución como tales. Se refiere a tres frentes: laboral, medioambiental y social.

RSE RSC Empresa socialmente responsable

Sin embargo, sí he notado que cada vez las diferencias son menores y están terminando por ser sinónimos, de forma que da igual utilizar una denominación u otra pero siempre teniendo en cuenta que hay que cumplir un código de conducta que va mucho más allá de lo legal, que ya se da por entendido.

Queda por averiguar cómo una empresa puede convertirse en responsable, sea pyme o multinacional. Para este último caso, desde la Organización Internacional del Trabajo (OIT), crearon un documento titulado “Declaración tripartita de principios sobre las empresas multinacionales y la política social”, que te incluyo a continuación:

Y respecto a las pymes, estarían comprendidas en la resolución del Parlamento Europeo, de 13 de marzo de 2007, sobre la responsabilidad social de las empresas: una nueva asociación.

Voy a ser más exacta, si te parece:

  • La RSE tiene que estar en los pilares de tu empresa, aunque eso signifique ganar menos porque, en realidad, acabarás logrando más, ya que, como se señala en Infocif (el diario de los emprendedores) “las empresas que cuentan con programas de RSE han demostrado ser más rentables y han conseguido capear el temporal de la recesión mejor que sus contrapartes ‘irresponsables’ porque la RSE genera oportunidades para incorporar la integridad y la ética en el negocio

  • Se trata de devolver a las sociedad todo lo que te ha dado, así que, hacia fuera, tendrás que activar protocolos de actuación para mejorar lo que ocurre en tu entorno: las condiciones de vida de tu población, cuidar del Medio Ambiente,… No se trata de dejar de perjudicar sino de ser muy activos para ayudar.

  • Hacia dentro, deberás cuidar a tus trabajadores porque son una parte imprescindible de tu empresa. Es decir, formación continua, salarios justos, flexibilidad de horarios cuando se requiera, escuchar y poner en práctica las sugerencias que te den, etc, etc, etc.

  • Cuidado porque si es solo cuestión de imagen, antes o después lo van a notar y te perjudicará gravemente. Eso no significa que dejes de comunicar lo que haces, al contrario, siempre y cuando sea cierto desde el fondo de la empresa, desde su adn. Y debe estar comprometida toda ella, empezando por la dirección.

En el mismo artículo de Infocif que mencionaba más arriba, explica cómo empezar a incorporarlo a tu empresa. Son siete fases que responden a otras tantas preguntas:

  • Reflexión inicial. ¿Para qué debemos mejorar?

  • Diagnóstico. ¿Dónde estamos?

  • Planificación. ¿Hacia dónde queremos ir?

  • Implementación. ¿Cómo avanzamos?

  • Monitorización y evaluación. ¿Hemos avanzado todo lo que esperábamos?

  • Comunicación e informe. Así lo hemos hecho.

  • Revisión y mejora / aprendizaje. ¿En qué podemos mejorar?

Ahora bien, qué logras con convertir tu empresa en una RSE. Además de la mejora económica, punto que ya hemos visto, reducirás tus costes porque la responsabilidad empieza con la mejor gestión de tus gastos, conseguirás fidelizar a tus clientes y proveedores, e incluso conseguirás más fácilmente inversores si los necesitas, te posicionas frente a tus competidores y a tu entorno social, tus trabajadores estarán más contentos y reforzarás así su compromiso contigo,… Estos son solo algunas de las ventajas pero seguro que hay muchas más.

A este respecto, qué otras ideas se te ocurren para convertir las políticas de tu empresa a la RSE y qué otros puntos positivos ves en ello.

Gracias por comentar y compartir.

María Rubio