La mitad de las empresas localizan a sus candidatos en las redes sociales y casi el 80% lo hará en un futuro muy cercano. Busquéis o no trabajo, con solo estas dos cifras (el interesante estudio lo tenéis aquí, aunque luego volveremos sobre él), somos conscientes de la importancia que tienen, sobre todo las profesionales, a la hora de crear nuestra imagen personal. Por lo tanto, si ya de por sí es necesario respetar unas mínimas normas de cortesía en todas las redes, en el caso de las profesionales se hace imprescindible.

En anteriores entradas de Bloggy Mary, analizamos el protocolo en Twitter y en Facebook. Hoy nos vamos a centrar en LinkedIn como ejemplo de actuación en un entorno donde hay que socializar pero con unas características propias debidas a su misma idiosincrasia.

Página de inicio de LinkedIn

LinkedIn permite la interacción de varias formas: en el extracto del curriculum, en este, en las recomendaciones que hagas o que te hagan, en tu participación dentro de “comparte una actualización” o vinculando tu perfil al de otras redes o al de tu blog, en los grupos y como experto, respondiendo a las dudas de los demás. Eso si eres un particular. El tema de las empresas y el cómo interaccionan da para otra serie en las diferentes redes. Por supuesto, también puedes mandar mensajes a tus contactos de forma individual o colectiva.

Primero vayamos a lo evidente. Cuida tu lenguaje y las actividades que hagas de forma especialmente enfocada a su carácter profesional. Nada de “comerse” palabras, ni de acortarlas, ni siquiera cuando la entrada que hagas la vincules con Twitter. Tienes que dar tu mejor cara, al igual que harías en una entrevista de trabajo.

Cubos de madera con letras

Por mucho que en tu sector laboral la mayor parte de los términos que utilices sean de argot, por ejemplo, la inclusión por sistema de varias palabras en inglés, es mejor que las evites, sobre todo, en el curriculum y en el extracto. Este punto puede ser polémico porque, al fin y al cabo, se trata de que nos reconozcan como profesionales y el lenguaje que utilizas forma parte de ese perfil. Es cierto que si la persona que consulta tu curriculum es un especialista en tu sector, no tendrá problemas para entenderte pero ¿y si no es así? ¿Y si se trata de una persona de Recursos Humanos (RRHH)? Piensa que un buen profesional sabe hacer legible al profano cualquier término.

Quedémonos con lo del inglés. Intenta traducir, en la medida de lo posible, los puestos que hayas ocupado. Si prefieres, por diferentes circunstancias, exponerlos en otra lengua, es mejor hacerlo en su totalidad. En este caso, optaría por la doble “nacionalidad”: lo pondría en los dos idiomas para sumar posibilidades… y más con la que está cayendo.

Una recomendación que me han dado buenos amigos de RRHH y que aún no he empezado a aplicar pero que te dejo como añadido: pon tus logros, no lo que hayas hecho. Un reclutador sabe en qué consiste la comunicación, por ejemplo; lo que te diferencia es lo que has conseguido en las diferentes cuentas. Exponlo en un lenguaje claro, con todas las palabras y no en idioma “indio”, ya me entiendes. En el extracto pasa lo mismo, intenta incluir lo que te hace distinto y tu proyección futura.

Indio nativo americano

Vayamos ahora a las interacciones. No voy a explicarte, porque imagino que ya lo sabes, que tienes que hacerte un plan, según las características de tus seguidores, para saber cuáles son los temas más apropiados para compartir con ellos en esta y en las otras redes. Ten siempre presente lo dicho antes, es tu imagen la que está en juego aquí, más que en ninguna parte.

LinkedIn te da la posibilidad de contactar con profesionales que pueden interesarte y te ofrece un mensaje tipo para que lo hagas:

Página de Invitacion de nuevos contactos de LinkedIn

Modifícalo. ¿Por qué? Pues porque has de recordar que estás contactado con personas y que a todos nos gusta ser especiales. Tampoco te digo que le cuentes tu vida en verso, pero sí el porqué quieres que entre en tu red de contactos.

Por supuesto, ante un resultado positivo, hay que dar las gracias, al igual que ocurre con las personas que quieren seguirnos. Hay que contestar lo más rápidamente posible dando la bienvenida y, atención, poniéndonos a su disposición para lo que necesite. Es importante tener presente que las redes son colaborativas y que si ayudas, también te ayudarán a ti.

A la hora de vincular tu perfil al de otras redes, en concreto a Twitter, recuerda las características de cada una de ellas e intenta unificarlas. Hay pocas cosas más molestas que un texto lleno de hashtags (las típicas #): en el microblogging pasan más desapercibidos pero no en LinkedIn. También hay que respetar los 140 caracteres; aunque existan herramientas que permitan ampliarlos, no están muy bien vistas.

Respecto a los Grupos, los hay de muy diversa índole. Es lógico adherirse a aquellos que puedan ser afines a nuestro perfil, de los que podamos aprender y que nos permitan también aportar nuestros conocimientos. Puedes participar en un debate ya creado o bien comentar tú uno. En el primer caso, evita entrar en provocaciones absurdas. Ante un comentario fuera de lugar, a veces es mejor dejarlo pasar que entrar en una espiral que solo puede ocasionarte perjuicio. Sé siempre respetuoso con las opiniones de los demás, las compartas o no.

Muestra de Mis Grupos en LinkedIn

Si tú has iniciado el debate, tendrás que moderarlo y acotarlo al tema inicial, en el caso de que, como se suele decir, “se vaya por los cerros de Úbeda”. Sin embargo, al tiempo, debes permitir que se desarrolle y evolucione. Aquí eres el responsable, esto es, debes conseguir que las opiniones vertidas sean constructivas y cortar de raíz los malos modos.

Una buena forma de ser útil y que se suele valorar, incluso con un SEO mucho mejor, es la participación en “Respuestas”. Ten presente que tú decides qué preguntar o qué contestar: no hay pregunta mala, por lo tanto, de nuevo, respeta a los demás y responde solo cuando, de verdad, sepas la respuesta. Parece una obviedad pero te aseguro que no lo es.

Página de Respuestas de LinkedIn

Por último, hablemos de las recomendaciones. Al igual que nosotros pedimos (y debemos hacerlo) que antiguos jefes o compañeros pongan algunas palabras en nuestro perfil, también se nos puede solicitar que hagamos lo propio en el de ellos. Como muestra de respeto a personas que conocemos, se supone que bien, intentemos no ir por los terrenos trillados; lo que hemos dicho cuando reflexionábamos sobre el extracto de nuestro perfil es perfectamente válido aquí también.

Son pequeñas ideas que pueden conseguir que tengamos una marca personal que haga posible lo que señala Alfonso Alcántara (@yoriento) en la introducción al “Informe Infoempleo sobre redes sociales y mercado de trabajo en España”:

Desde el punto de vista de un profesional, el empleo 2.0 no se busca, ‘te encuentra’”.

Haz que te encuentren.

¿Qué piensas? ¿Añadirías algún otro punto? ¿Quitarías o estás en desacuerdo con alguno de los expuestos?