La Cumbre del Clima reúne en Marrakech (Marruecos), del 7 al 18 de noviembre, a 195 países para buscar soluciones al Cambio Climático. Pero por mucho que las naciones se empeñen en legislar y se comprometan a algo (si es que lo consiguen con un Trump incrédulo), la lucha contra la degradación de la Naturaleza se libra a otro nivel, un nivel en el que estamos tú y yo.
Parte de la responsabilidad sobre lo ocurrido procede de una falta absoluta de consciencia ciudadana promovida por los gobiernos, con crecimientos industriales salvajes y el culto al consumo por el consumo, mientras nos cargábamos nuestros ecosistemas. Ahora nos llevamos las manos a la cabeza. Ya conoces el dicho: “Nos acordamos de Santa Bárbara cuando truena”.
No obstante, parece que estamos a tiempo de revertir el proceso, aunque solo tenemos una década para hacerlo, y en ello tienen mucho que decir las empresas, da igual el tamaño, cada una en la medida de sus posibilidades, devolviendo a la sociedad parte de lo que esta les da.
Tienen una herramienta, la Responsabilidad Social Corporativa (RSC) o Empresarial (RSE), como quieras llamarla, que ha de estar en el mismo objetivo de negocio de la empresa, en su misión, visión y valores, en su corazón.
Ya hemos hablado en Bloggy Mary de que de poco sirve una acción puntual si, en conjunto, la compañía no se compromete e implica en el cambio que supone el respeto por el Medio Ambiente, por los Derechos Humanos, por los del Trabajador y por el territorio donde se asienta.
El que cada vez haya más consumidores concienciados con estos temas debería ser argumento suficiente para apostar por ello. Y el que cada vez haya más entidades financieras e inversores que se inclinen solo por empresas responsables, también.
El camino lo puedes empezar con una metodología que ha publicado, dentro de su informe anual sobre la Gestión Empresarial de la Biodiversidad, el Club de Excelencia en Sostenibilidad. Son cinco pasos que te llevarán a implementar políticas respetuosas con tu entorno y las personas que en él se mueven:
1 – Evaluación. Para ello, existe una herramienta llamada Biodiversity Check.
Se trata de una lista que determinará el impacto que tu negocio tiene en la biodiversidad y que está basada en los objetivos de las Naciones Unidas: de conservación, uso sostenible de recursos, y reparto justo y equitativo de beneficios.
En el texto que te incluyo a continuación, viene especificado el método para que lo puedas aplicar a tu empresa, desde la estrategia y la gestión, hasta la contratación o los bienes inmuebles, pasando por las Relaciones Públicas, las ventas, el Marketing, los recursos humanos, la logística, etc.
2 – Comunicación interna. Debes asegurarte que todos tus trabajadores están implicados en el objetivo final. Se trata de proyectos que deben perdurar en el tiempo, por lo que su participación es vital.
3 – Es importante implementar una política de biodiversidad que sea “un aporte clave en la gestión de la empresa”. Tanto este punto como el anterior, los tienes en la siguiente diapositiva:
[slideshare id=68566820&doc=metodologa-2y3-comunicacinypolticadebiodiversidad-161110085753]
4 – Es el momento de desarrollar una Estrategia de Biodiversidad Corporativa que siga la jerarquía de la mitigación de forma secuencial, a saber: evitar, minimizar, restaurar y compensar.
Además, existen ocho normas de desempeño de la IFC (International Finance Corporation) que el “cliente debe respetar durante todo el ciclo de inversión”; y el estándar BBOP (Business and Biodiversity Offsets Program), que es un programa de negocios y compensación para evitar la pérdida neta de biodiversidad.
Tienes más información en esta parte del documento:
5 – Asimismo, es necesario, como decía, crear un plan estratégico (PABE) que ha de plantear objetivos y acciones corporativas que se pueden agrupar en varias tipologías: gestión y certificación, buenas prácticas, técnicas, y colaboración y compromiso con grupos de interés.
La Comunicación debe ser un eje importante del PABE “de manera que los diferentes grupos de interés reciban información sobre los objetivos, acciones y resultados obtenidos por la empresa durante la puesta en marcha”. Mira la siguiente parte del documento:
Como ves, se trata de convertir la protección del medio ambiente en un eje fundamental de tu empresa. Sin embargo, no has de olvidarte de las personas y de la comunidad en la que te encuentras, con políticas que, como te decía, devuelvan en parte aquello que te aportan.
En muchas ocasiones, estamos ciegos ante dicha aportación. Pensamos que con los productos y servicios que ofrecemos, ya estamos contribuyendo de sobra a su mejora. Nada más lejos de la realidad.
Por supuesto, la calidad de vida de todos ellos es posible que sea más alta gracias a nuestra organización o a nosotros mismos, en el caso de que seas autónomo o emprendedor, pero eso no lo hacemos de forma altruista, sino buscando un beneficio propio.
La comunidad en la que estamos afincados nos proporciona una serie de servicios que pagamos en parte y otros que no. Debemos ser conscientes de ello y darnos cuenta de que, para mantenerlos, debemos aportar nuestro granito de arena con acciones que hagamos no solo a motus propio sino también a través de la empresa.
Te dejo con el documento completo, donde comprobarás qué están haciendo diferentes organizaciones en el campo de la biodiversidad, lo que te puede inspirar sobre qué hacer tú. Por último, tienes el Observatorio de Tendencias Internacionales y el de Políticas Públicas.
Ahora espero y agradezco tus comentarios. Además, gracias por compartir si te ha gustado.
María Rubio
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