El lunes pasado, 16 de abril, se entregaron los premios Ortega y Gasset de Periodismo. Lo acontecido durante el 15M de 2011 adquirió una especial relevancia al obtener dos de los galardones: el de mejor fotografía, para Jacobo Méndez, y el de mejor trabajo de periodismo digital, otorgado a Carmela Ríos (@carmelarios), que, además, se realizó a través de Twitter.

El 15M en Valencia - Jacobo Méndez - premio Ortega y Gasset 2012

15M en Valencia, de Jacobo Méndez

El periodismo digital, premiado

El mismo día, se dieron a conocer los Pulitzer, los mayores premios mundiales en el mundo del Periodismo, al menos, de habla inglesa.

Por primera vez, se ha recompensado la labor de un medio nacido en la blogosfera, “The Huffington Post”.

El periodista David Wood, escribió un reportaje, dividido en diez entradas, bajo el título “Beyond the Battlefield”, sobre los soldados norteamericanos heridos en Irak y Afganistán, que ha resultado ganador en la categoría de reportaje nacional.

También resultó premiado, en la de editorial, Matt Wuerker, el dibujante de “Politico”, otro medio que, aunque tiene edición impresa, es netamente digital. Aquí puedes ver las viñetas.

Parece que algo ha cambiado y que la profesión se está adaptando a los nuevos tiempos, lo que reflejan estos galardones.

Hace apenas un año, con lo ocurrido durante las protestas del 15M, se planteó un debate, a mi juicio maniqueo, sobre el llamado periodismo ciudadano. Según las teorías más catastrofistas, los informadores no tendrían nada que hacer ante las redes sociales, en especial Twitter, que proporcionaban las noticias cuando estas se producían. Otros, por el contrario, aseguraban que nada había cambiado.

Y he aquí que, en 2012, ese debate se ha quedado casi en agua de borrajas. La solución, como suele ocurrir, ha transitado por el centro de ambas opiniones, como alguna mente preclara, la de Andy Carvin, adelantaba en su momento, incluso de forma previa al 15M y a la «primavera árabe».

Cambios en el Periodismo

Por supuesto que la forma de hacer periodismo ha cambiado, lo que no quita que los profesionales sigan siendo igual de necesarios, según expliqué en otra entrada de Bloggy Mary: “Juicio a las redes sociales: no culpables”.

Sin embargo, ahora la cuestión que saco a relucir no es tanto cómo se ha producido ese cambio sino si realmente ha tenido lugar.

David Wood, Pulitzer al mejor reportaje nacional en 2012

David Wood, Pulitzer al mejor reportaje nacional en 2012

A mi modo de entender, sí, se está produciendo el cambio y lo ocurrido con estos dos prestigiosos galardones lo viene a confirmar.

Por lo general, los jurados de premios como los mencionados suelen ser conservadores en sus decisiones. De hecho, el Pulitzer se ha otorgado a un periodista bastante veterano, que desde 1970 llevaba la información del ejército estadounidense para la revista “Time” y el diario “Los Ángeles Times”, aunque ahora se ha adaptado a la perfección al formato digital y escribe para “The Huffington Post”. Lo mismo que le ha ocurrido a Wuerker.

Son pues dos profesionales de la antigua escuela que han sabido reciclarse con evidente éxito. Es decir, que con el Pulitzer, se han venido a unir las dos tendencias que antes veíamos y sin ningún tipo de dificultad.

Carmela Ríos, premio Ortega y Gasset de Periodismo 2012

Carmela Ríos, premio Ortega y Gasset de Periodismo 2012

El premio a Carmela Ríos es, si cabe, más sorprendente porque la periodista de la cadena de televisión Cuatro escribió su “crónica” en vivo y en directo a través de varias entradas de 140 caracteres cada una.

Es un ejemplo de cómo, bien usadas, las redes pueden convertirse en otro medio informativo más, con la misma calidad que pueda tener la página web de un medio, digital o en papel, y con la instantaneidad que aquellas ofrecen. Así se subraya en el fallo del jurado: “Es un trabajo que se sale de lo habitual y que es un modelo fantástico para las nuevas generaciones de periodistas”.

De esta manera y creo que por vez primera, las fuentes y la información comparten el mismo canal, Twitter, con lo que eso conlleva.

Conclusión

En definitiva, entiendo que el Periodismo se está adaptando a la perfección a las especiales características de las redes sociales y que la polémica sobre si los ciudadanos han quitado protagonismo o el propio puesto a los profesionales o no ha sido así, se ha revelado como ilógica según ha ido pasando el tiempo. Lo han reconocido estos premios y también lo creo yo.

¿Y vosotros? ¿Qué pensáis? ¿Se está haciendo adecuadamente la transición entre la tradición y la modernidad, entre lo analógico y lo digital, en el Periodismo? ¿Qué pensáis que falta por hacer?