Leyendo esta semana noticias sobre Periodismo, me topé con un artículo muy interesante de Joan Ramon Vilamitjana, director general de Hill+Knowlton, sobre la posible revolución que estaría gestando ni más ni menos que The Times, uno de los grandes diarios del mundo.

Logo del diario británico The Times

La idea es volver a una de las mejores características que tenía esta profesión en el pasado; el reposo para escribir un buen reportaje en profundidad o una estupenda crónica que situara a los lectores en las noticias más de alcance de la actualidad.

Claro que, hoy por hoy, hablar de actualidad es sinónimo de prisas, de llegar primero, de dar la información antes, sin darnos cuenta de que, de entrada, es una batalla perdida. Como dicen en el artículo mencionando, a su vez, las palabras de The Times, “para dar las noticias en tiempo real ya están la BBC y Twitter, que además son gratis”.

Con eso de que guardo todo lo que me llama la atención para verlo con un poco más de tranquilidad, me he puesto a revisar el informe que ha realizado iab España sobre los Medios de Comunicación Online en 2016. Hay una conclusión en el estudio que viene al pelo sobre lo que quiero reflexionar hoy contigo: Internet es considerada cada vez más creíble que cualquier medio tradicional.

Y otro apunte. Dentro de Internet, los medios digitales reciben en este aspecto una puntuación de 7,3 sobre 10, por detrás de los portales de compra y de los buscadores.

Es decir, por un lado está la necesidad de la reflexión que ofrecen los diarios y, por el otro, la credibilidad que da Internet, incluso por encima de los medios “fuera de línea”. Y aquí viene mi pregunta: ¿hasta qué punto la inmediatez que ofrece el ámbito digital permite ese reposo del que hablábamos? Lo que nos lleva un poco más lejos: ¿es el papel el único formato para leer un diario como el que quiere ser The Times?

Vives, como yo, en la era de las nuevas tecnologías, del consumo rápido de información, muchas veces sin contrastar o redactada con prisas, con copia-pega de un comunicado o de una forma similar. Saltan a Twitter millones de rumores en todo el mundo cada hora… ¡qué digo! Cada minuto e incluso cada segundo. Es igual que si nos hubiéramos lanzado cuesta abajo por la ladera de una montaña sin fin y fuéramos más y más rápido, sin visos de poder frenar en algún momento. Los periodistas, lo mismo que nosotros, sienten ese vértigo.

El papel es cada vez más caro. Los anunciantes están huyendo de él y refugiándose en el mundo digital porque hay datos reales de los resultados de sus campañas. Las redacciones son menguantes. Los envejecidos directivos de los grandes grupos mediáticos se empeñan en no querer ver. Los escándalos a la hora de cubrir noticias nos asaltan con cierta asiduidad. Vemos como los diarios digitales se hacen, por ejemplo, con los Papeles de Panamá en detrimento de las grandes cabeceras que no saben reaccionar o lo hacen de forma negativa… Me quedo aquí pero tú puedes añadir a la lista lo que creas conveniente: seguro que acertarás.

Todo ello parece abocar al papel a la desaparición. Así que, vuelvo a mi pregunta: ¿leeremos en el ordenador un reportaje y una crónica escritos con reflexión, investigación, contrate de la información y análisis de la noticia?

En el mismo estudio de iab, comentaban que el público “ojeaba” los Medios de Comunicación, sobre todo, en tabletas. Es posible que, en cierto sentido, sea lo que más se puede asemejar a un diario.

leer el periódico en una tableta

Aún voy a añadir un apartado más a este análisis. El primer día de este mes, compartí en redes sociales una noticia en la que se explicaba que otro de los grandes diarios, The Economist, expandirá su negocio hacia “el mundo digital, cine, radio y televisión”.

Comentaba en el tuit y también en Google+, como introducción al enlace, que la frontera entre los diferentes tipos de medios, como hasta ahora los clasificábamos, está desapareciendo a marchas forzadas. Los diarios digitales cuelgan vídeos e incluso podcats, las radios incluyen ambos formatos y también fotografías, y las televisiones… se tuitean, es decir, se escriben.

Qué significa todo esto. Cómo afectará al periodismo tal y como hoy lo conocemos. ¿Desaparecerá el papel? ¿Seremos capaces de leer géneros como los mencionados en una tableta, un móvil y cualquier otro dispositivo que podamos inventar (imagino que no en un accesorio tipo reloj, sería pasarse)?

Mi respuesta es sí. El medio digital ofrece un par de ventajas muy importantes sobre el papel: completar el reportaje y la crónica con imágenes, vídeos y grabaciones de los protagonistas; y hacer que la experiencia sea más rica y transparente para el público.

Por lo tanto, no solo creo que la idea de The Times es fantástica y espero que revolucionaria, sino que me parece un acierto y es más que posible que tenga éxito en su ejecución. En tal caso, abrirá un camino que puede ser la tabla de salvación de muchos otros diarios, perdidos en los caminos digitales, sin saber muy bien qué hacer para salir del agujero en el que ellos mismos se han metido.

Otra historia es saber si el usuario será capaz de pagar por esos contenidos. Hemos visto en Bloggy Mary más de una vez que las personas valoran mucho la calidad de las informaciones y, de hecho, ya se han redactado reportajes cuyos periodistas han podido sacarlos adelante gracias a campañas de micropagos.

Aunque voy a soslayar el tema por el momento, también las marcas pueden patrocinar determinados contenidos siempre que, en ningún momento, coarten la libertad de prensa con presiones de cualquier índole.

En definitiva, no pasa nada porque desaparezca el papel porque, con ideas como la de The Times, el Periodismo está más a salvo que nunca. Ojalá tengan éxito.

Cuéntame tú la opinión que todo esto te merece, me encará leerla. Gracias y, por favor, comparte la entrada si te ha gustado.

María Rubio